*Magaly Gómez, fontanera de confianza de Haide Serrano, realiza el maquillaje del pestilente cochinero que dejó en contratos publicitarios y administración ante el miedo a una auditoría.
Magaly Beatriz Gómez Mejía, principal cómplice de Haidé Serrano Soto para quien continúa operando, lleva a cabo a marchas forzadas y a escondidas del nuevo titular de la Coordinación General de Comunicación, una operación que ya se conoce en esa oficina como “Miarda perfumada” con la que busca esconder el chiquero en el que convirtieron el área de administración que les había confiado el gobernador Carlos Joaquín.
Conocida por su torpe desempeño administrativo y el desaseo en el que mantiene la documentación, tan así que nunca pudo poner en orden el organigrama de la dependencia y en su incompetencia se prestó para crear coordinaciones jurídicamente imposibles y lógicamente inexistentes, Magaly es sólo una persona carente de iniciativa, ética o escrúpulos, firmante de lo que le pusieran enfrente y que se prestó a acosar, hostigar, espiar y perjudicar a quién su ama le pidiera, incluso obligarlos a ir a trabajar en medio de la cuarentena por covid.
Veleta por naturaleza, Magaly abusa de la inocencia del nuevo titular Carlos Orvañanos Rea de quien grita a los cuatro vientos, que lo tiene bien agarrado de los hue…, por lo que mientras supuestamente realiza el papeleo de la entrega-recepción, en realidad esta administradora junto con sus secuaces va a escondidas a las oficinas a tratar de borrar, destruir, esconder y maquillar todos los documentos que son evidencia de los “entres”, diezmos, moches, extorsiones, tranzas y corruptelas que realizaron lo mismo con proveedores que con periodistas.
La aún directora administrativa de la CGC ponía mano negra en cada contrato y también se benefició de la contratación de proveedores que ella misma recomendó, de los convenios de publicidad los diezmos los exprimieron hasta lograr no sólo el 10% sino en los casos de contratos más jugosos, comisiones hasta del 50% que por supuesto también ella se embolsó.
Además, junto con María Isabel Tamay May, una secretaria que cómplice de cada tranza fue recompensada con la jefatura de Recursos Humanos en la que destacó por déspota, grosera, prepotente y corrupta, se dedicó a meter facturas de donde sea para la comprobación de gastos en el manejo del fondo revolvente de la dependencia, cada mes por un mínimo aproximado de 50 mil pesos, dinero que en realidad fue a los bolsillos de la titular.
Por eso la urgencia de ir a limpiar y perfumar el chiquero, aunque las evidencias de su corrupción son visibles a kilómetros con tan sólo echarle una miradita a la nómina, reluciente de nepotismo y de un séquito de incondicionales que en lo oscurito y la inmoralidad les permitieron tejer una red de corrupción y complicidades.
A primera vista, el área de administración muestra una nómina sobre inflada sin plazas concursadas ni lanzadas en convocatorias de reclutamiento de la Oficialía Mayor, con lo que lograron mantener hasta la fecha casi el triple del personal con el que cuenta el área de cobertura.
Esto resalta pues la función principal de la CGC que es la cobertura de eventos y sucesos de gobierno y esa área sólo tiene seis personas, mientras que la nómina de administración está retacada de familiares y empleados domésticos de Haide Serrano, que junto con “aviadores” que ya se han denunciados antes, se cuelgan del presupuesto y se roban el dinero de los quintanarroenses.
Basta una revisión sencilla a la nómina para detectar los apellidos Serrano y a los tres familiares directos de apellido Trinidad que están en el área administrativa por citar sólo algunos, para encontrar las huellas del nepotismo desvergonzado vigente en la CGC, incluyendo a Reina Magdalena Cob Canche, cuñada de Isabel la Jefa de Recursos Humanos, en el más cínico de los ejemplos.
Contratos publicitarios VIP como el de la pareja sentimental de la ex titular, un jovencito camarógrafo que de la nada creó una “empresa de publicidad” feliz de los beneficios que le brinda su sugar mami; pagos por decenas de capacitaciones de las cuales muchas fueron brindadas gratuitamente, pero incrustadas con facturas de pago en presupuestos de programas federales, además de los empleados fantasma que entregan el 80% de lo que cobran a sus benefactoras, son parte de la jugosa sangría que obtienen de la CGC.
Magaly dice no tener miedo del nuevo coordinador de la CGC pues ya lo tiene en sus manos, habrá que verse si ante la fina lupa de la Auditoría Superior del Estado va a poder acreditar todo lo referente a la revisión de los contratos, pues lo técnico y la correcta integración de los expedientes no es algo en lo que brille su eficiencia.
Dedicada a los peores trabajos sucios de la ex titular, a quien le sigue ayudando a saquear las arcas estatales por medio de los convenios vigentes entregados en licitación directa y que les dejan sendas tajadas, ahora está ahí empapelada en documentos administrativos, destruyendo evidencia.
Magaly está tratando de cuidarle las espaldas a su verdadera jefa, pues sabe que, desde nóminas, adquisiciones, programas estatales y federales, elección de proveedores, convenios con medios de comunicación, capacitaciones, programas federales o contratación de servicios de mantenimiento a parientes, todo era y es bisne, pues para estas personas no hay límites para continuar lucrando cínicamente con los recursos de los quintanarroenses.