Candy Ayuso y José Alberto Alonso, hunden lo poco que quedaba del “Tricolor” Quintana Roo…
Por José Luis Barrón
En un mes, días más días menos, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) recibió las renuncias de tres cuadros importantes que no solo le hubieran dado un respiro sino también soñar con la gloria de posibles victorias el 6 de junio de 2021: José Alfredo Contreras Méndez “Chepe” en Bacalar, Marciano Dzul Caamal en Tulum y Judith Rodríguez Villanueva en Othón P. Blanco, sin duda alguna la más costosa, lo que deja en duda la capacidad de lograr acuerdos y unificar criterios de los dirigentes de este instituto: Candy Ayuso y José Alberto Alonso.
En el caso del ex presidente bacalarense, luego de dedicarse de lleno a su negocio de tacos de cochinita, lechón y asada, ya despabilado se arrejuntó con Movimiento Ciudadano (MC), el cual le cedió la batuta la semana pasada para que se haga cargo de ese partido en el décimo municipio en húmedo, rápido y furioso evento que encabezó el diputado José Luis “Chanito” Toledo acompañado del ex candidato a diputado Manuelito Ciau, y el regidor “Orange New” Juan (“Pueblo”) Pablo García Ibarra.
Y eso por supuesto dice a gritos que será “Chepe” el ungido naranja y hasta se pudiera pensar que es una estrategia con miras a armar una alianza con el PRI, pero luego entonces pa’ qué amarra la candidatura para su esposa, Rosina Castillo, también para la Presidencia Municipal, con el Partido de la Revolución Democrática (PRD) o de plano ya se está armando la mega alianza opositora a la causa “obradorista”.
Otro más que dijo adiós al “Tricolor” fue el tulumnense Marciano Dzul quien argumentó su renuncia por “notorio distanciamiento del partido de sus principios y esencia popular, democrático e incluyente, de su comportamiento de las causas sociales, de su alejamiento de la auténtica y fiel militancia”, entre otros señalamientos que ya no vienen al caso, pero lo que es cierto es con el también exalcalde, el PRI pudo haber recuperado lo que alguna vez fue su bastión.
Con más o menos la misma razón que expuso su excompañero de partido, la diputada Judith Rodríguez también se retiró luego de muchos años de militancia, pero a ella la dirigencia sí le dio “calurosa” despedida a través de un violento comunicado en la que los dirigentes la calificaron de oportunista, traidora y trabajar para beneficios personales.
Por lo que tras sendas demandas, el Instituto Electoral de Quintana Roo (IEQROO) emitió medidas cautelares contra los dirigentes estatales del “Tricolor”, justamente, por violencia política de género en agravio de la legisladora quien también los denunció por presunta discriminación ante la Fiscalía General del Estado (FGE) y por vejación a sus garantías individuales en la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo (Cdheqroo).
Un cuadro con el que el PRI tenía un gran porcentaje de recuperar el municipio capitalino y que ahora será el Verde Ecologista que le saque raja a la experiencia y capital político que Rodríguez Villanueva ha forjado durante su trayectoria. Lo que demuestra que tanto a Candy Ayuso y José Alberto Alonso “les quedó grande la yegua” o heredaron la miopía y oscurantismo de Raymundo King de a Rosa.
“El mayor pecado”
También ha trascendido que el pecado más grande de la actual dirigencia estatal “Priista” es haber pactado desde ya con el gobernador Carlos Joaquín González la candidatura a la Presidencia de Othón P. Blanco para Miriam Osnaya, actual directora de la Administración de Beneficencia Pública en el Estado, y con ello las pocas, casi nulas esperanzas de este partido de resucitar en Quintana Roo cada vez son más lejanas.