Valladolid.- Mucho se ha hablado sobre la infraestructura arquitectónica, atractivos naturales, historia y tradición de Valladolid #CapitalDelOrienteMaya, pero poco de la calidez y el entusiasmo dicharachero de su gente.
Así es, Valladolid no solo es imagen y anécdotas, también lo hacen su gente, el trato y su manera de actuar que los distingue, y que encanta y contagia a quienes la visitan. No por nada cada día se ve a más turistas disfrutando de los atractivos, admirando su historia y recorriendo sus calles.
Seguros de encontrar amabilidad y una sonrisa, cada día son más los visitantes que conviven y disfrutan junto con vallisoletanos los eventos que se programan en el Centro Histórico, tales como vaquerías, conciertos, festivales, entre otras cosas. Sin duda, se les ve empaparse de la diversión y el ritmo dicharachero.
Así es el Valladolid de ayer, del hoy y de siempre, y había que decirlo, pues una ciudad no nace, ni se hace solo por su infraestructura o sus paisajes, sino también del trabajo y la esencia de su gente.