Efecto Mariposa
Serán 1525 kilómetros de vías férreas, que recorrerán la Península de Yucatán, de Palenque a Merida, Cancun, Playa del Carmen, Tulum y Bacalar, proyectando una inversión de 150 mil millones de pesos para construir un Tren Económico y barato, porque para construirlo al estilo europeo sería de 150 billones, y sin tomar en cuenta el daño que podría causar a los ecosistemas, tendría un impacto directo en la economía de los estados en el supuesto de que logre conseguir la inversión y logre concretarse un tren rápido, y esperar que de Bacalar a Palenque haya suficiente demanda de carga y pasaje que garantice la operatividad, la concreción del Tren Maya, marcaría un hito en la vida peninsular pues integraría a esta región al desarrollo del País.
Aún recuerdo cuando viajaba en el Tren de Tenosique a Pénjamo (hoy Gregorio Méndez), me impresionaba el puente Boca del Cerro que pasa sobre el río Usumacinta, actualmente se pueden ver las vías abandonadas, y la estación de Tenosique convertida en refugio de desposeídos, pero a ¿A qué se debe que la ruta del Tren haya colapsado al igual que pasó en Escárcega y Mérida?, la respuesta es que no eran rentables y le ocasionaba al estado mexicano un subsidio demasiado costoso de mantener, ¿Será que las condiciones actuales son diferentes?, ¿Los turistas realmente se sienten atraídos a subir a un tren rápido, para hacer un viaje de 12 horas de ida y vuelta de Cancún a Palenque?
Se debe tener en cuenta que Quintana Roo es inmensamente rico, tan sólo por tener las reservas de aguas más grandes de México, formada por el Gran Acuífero Maya, que es la cueva sumergida más grande del mundo, además de que la Península de Yucatán es el último refugio del Jaguar cuya población se estima en alrededor de 4 mil ejemplares, que se integran al equilibrio ecológico de la selva maya, mismo que se verá alterado de concretarse el Tren Maya, pues al ir a la par de la carretera federal aumentaría el tráfico y la anchura de esta vía a 100 metros a lo largo de las vías, lo que hace imposible el cruce de los Jaguares y sus presas, poniendo en serio riesgo de extinción a esta especie mitológica y emblemática del alma rebelde de los Mayas, que además era considerado un dios por los ancestros de los mayas.
El gran atractivo turístico de Quintana Roo, son las aguas cristalinas de sus playas, lagunas, cenotes, ríos superficiales y ríos subterráneos, si observamos a Bacalar tan sólo tiene 11 años como municipio, tiempo en el cual se ha impulsado fuertemente el desarrollo turístico, volviéndose el lugar de moda en la Ferias Turísticas, superando destinos como Cancún e Ibiza, la Laguna de Bacalar se nota estresada, con indicios claros de contaminación, que de seguir a ese ritmo, en unos años más ya no sería la Laguna de los Siete Colores, ahora imaginemos que pasaría con un Tren que permita a bajo costo la visita de mochileros y chilangos de bajos recursos, gente que acampa en áreas libres y hace sus necesidades fisiológicas a la intemperie, multiplicaría las descargas de aguas negras sin tratar a la Laguna, favoreciendo la proliferación de algas.
Es un hecho que la Laguna de Bacalar sufre una grave contaminación por heces fecales, debido a la incapacidad del municipio de manejar correctamente las aguas negras y la basura, ya que cuando llueve verdaderos ríos negros van directo a la Laguna, y en caso de un desarrollo repentino que como el que se prevé traerá el Tren Maya, colapsará la Laguna, perdiendo su característico color cristalino de tono Azul Turquesa, y al perder todo su atractivo turístico, nos quedaremos sin turismo y sin desarrollo sustentable.
El Tren Maya será la obra emblemática del sexenio, que traerá desarrollo industrial a la Península, ocasionará la extinción del Jaguar y logrará la contaminación y sobre explotación del Gran Acuífero Maya, y marcará el fin de la belleza de la Laguna de Bacalar, y aunque un Tren es necesario para impulsar la economía, este deberá ser un tren equivalente a los que se construyen en Europa que permita el libre tránsito de los animales y que no perjudique el suelo kárstico de la península, por lo que de 150 mil millones de pesos podría pasar a costar 150 billones, para que sea como los trenes rápidos de Europa que respete el medio ambiente.