Chetumal.-Un tema alarmante para quienes reconocemos en la Cultura Maya un referente de nuestra identidad y nuestros orígenes, es la perdida de tradiciones y costumbres que se ha ido agudizando con el paso de los años, a raíz de la transculturación y el negativo impacto económico que limita a los habitantes de la zona maya acceder a los medios para la preservación de éstas.
“En gran mayoría de las comunidades rurales de los municipios que comprenden la zona maya de Quintana Roo, estás prácticas se han ido perdiendo primeramente en las nuevas generaciones que acuden a escuelas donde cada día se habla menos el idioma materno, y las costumbres indígenas cada vez son más influenciadas por las de Estados Unidos, es decir, la llamada transculturación”.
Así lo dio a conocer el diputado Juan Carlos Huchim Serralta, presidente de la Comisión de Asuntos Indígenas de la XIV Legislatura, quien abundó que en el caso de los municipios de José María Morelos y Felipe Carrillo Puerto, es donde a la fecha aún se preservan algunas de las tradiciones y costumbres de la etnia maya, como el tradicional Jetz-Mek que se realiza con los pequeñines de la familia, o el ritual donde los hombres de campo piden a los dioses ser favorecidos con las lluvias, mejor conocido como Chaak-Chaak.
“El Jetz-Mek, consiste en una danza donde los padres de familia después de buscar un padrino para sus hijos pequeños, a fin de encauzarlos a las tareas que desempeñarán en su vida adulta. El padrino da 9 vueltas a la casa caminando de frente con el niño cargado a un costado de la cintura, y 9 vueltas hacia atrás, cargando una coa y machete si quieren que éste sea campesino, o con un lápiz si quieren que sea maestro”, señaló.
“En el caso de las niñas, generalmente son vestidas con el tradicional hipil, y cargando enseres domésticos como platos o una escoba, ya que estas son destinadas a las tareas del hogar, a la atención del marido y la crianza de los hijos, según costumbres de la cultura maya”, puntualizó el diputado morelense.
El Chaak-Chaak –agregó el entrevistado-, consiste en un ritual con rezos y ofrendas, donde los campesinos acompañados de sus esposas, hijos y demás familiares, piden al Dios de la Lluvia (Cha’ak) les ilumine con agua para sus cultivos, puntualizó Huchim Serralta al tiempo que invitó a mantener este tipo de tradiciones para preservar las costumbres de zona maya.
“Otro factor que mucho ha influido es la cuestión económica, ya este tipo de usos étnicos requieren de ciertos gastos, y la crisis que priva actualmente en Quintana Roo, impide que sean realizadas, y desde luego, poco a poco se van perdiendo”, lamentó.
“El ritual de petición de la novia, donde el interesado llevaba despensa y comida a la familia, es otra tradición que al día de hoy ya no vemos en muchas de las comunidades mayas que aún prevalecen en Quintana Roo. La lengua maya, es algo que también ha ido desapareciendo paulatinamente”, aseguró el diputado.
Por último, habló de encabezar un trabajo en equipo junto con todos y cada uno de los órdenes de gobierno involucrados, “para que las costumbres y tradiciones de la zona maya quintanarroense no desaparezcan, y logremos preservar nuestra identidad cultural”.
“Desde la Comisión de Asuntos Indígenas y el gobierno algo debemos de hacer, hay programas que no están impactando de buena manera, pero también debe existir conciencia por parte de la gente, pues de nada sirven los programas si la gente no valora la importancia de trabajar hombro a hombro para que la transculturación no sea una amenaza hacia nuestras tradiciones y costumbres”, puntualizó Juan Carlos Huchim Serralta.