Con documentos en mano que fueron entregados por trabajadores de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Alimentación, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, denunciaron el nepotismo en el que ha estado incurriendo el delegado de esta dependencia federal en Quintana Roo, Cesar Armando Rosales Cansino, desde el 23 de Agosto del 2013 en que se le asigno esta encomienda por parte del Secretario de esta dependencia, Enrique Martínez y Martínez.
De acuerdo con denuncia de los trabajadores, en donde se encuentran de base y confianza, explican que desde la llegada del “Tamaulipeco”, Rosales Cansino, a la delegación de la Sagarpa empezaron los problemas en esta dependencia federal, debido a que creó plazas inexistentes con jugosos salarios para familiares, compadres y amigos.
La prueba de la inconformidad de los trabajadores, son varias, pero de manera personal, por las siguientes plazas: Sergio Javier Vázquez Mata, quien ocupa el cargo de secretario técnico con un sueldo mensual de 28 mil 664.15, es amigo de Rosales Cansino. Emma Samara Moreno Ancheyta, asistente del área de prensa, quien cobra mensualmente 14 mil 297.37, es sobrina del citado funcionario.
Luisa Constanza López Rincón, quien es asistente del delegado y recibe cada mes la cantidad de 19 mil 432.72, es sobrina del delegado. Norberto Sánchez Osorio, quien es el flamante diligenciero del delegado con un sueldo mensual de 11 mil 298.47, es su amigo de este funcionario y María del Carmen Sarmiento Zavaleta, asistente del área Jurídica quien devenga 17 mil 118.89 mensuales, es su cuñada.
En la lista de familiares, amigos y compadres del delegado de Sagarpa en Quintana Roo también figura el nombre de Manuel Guillermo Maldonado Vázquez, quien se desempeña como asistente en área Agropecuaria y gana 28 mil 664.15.
La inconformidad de los trabajadores es que el delegado ha denigrado a varios de sus colegas que tienen más de 30 años de servicio ocupando plazas en las que devengan sueldos miserables.
Los inconformes, afirman que sus sueldos fluctúan entre los 6 mil 375.00 y 10 mil 577.20 cada mes, además de que constantemente son víctimas de acoso laboral en caso de que se nieguen a cumplir con las ordenes del delegado de la Sagarpa, como ocurrió con el caso de las Aspersoras Motorizadas, donde fueron obligados a entregar facturas por 12 mil 850 por cada una de estas, cuando el precio real fue de 4 mil 500.