*Josemaría Tinoco llena de piedras el camino del nuevo titular de la CGC
Tumbar a Carlos Orvañanos Rea es el objetivo que persigue Haide Serrano Soto con tal de retomar la titularidad de la Coordinación General de Comunicación y ya está repitiendo las artimañas que junto con Josemaría Tinoco Noriega usaron para afectar a Felipe Ornelas Piñón.
Haide Serrano ciega de ambición busca al mismo tiempo refugiarse en la nómina del Instituto de la Cultura y las Artes (ICA), de ser posible como Directora General, en lo que, según sus anhelos y conspiraciones, recupera la CGC.
Josemaría Tinoco, chalán de Serrano, está ocupado en ponerle trampas a Orvañanos para hacerlo quedar mal, la más notoria fue sembrar su nombre en una esquela que el mismo Tinoco se encargó de distribuir a los medios de comunicación directamente desde los correos y agendas que aún controla.
También se encargó de ordenar a Magaly Gómez poner todo tipo de trabas administrativas a la periodista Karla Romero Gómez, nueva integrante de la coordinación, calificándola como diva inflada, misma orden que le dio al personal de redes y redacción de la CGC, todo ello con tal de sabotear la labor del nuevo titular y su equipo.
Tinoco Noriega sobre quien pesan quejas en la Comisión Nacional de Derechos Humanos por agresión a periodistas locales y que ha sido llamado a cuentas por la Secretaría de Gobierno junto con Serrano Soto, también está amenazando a los medios de cortarle los convenios si no obedecen a su jefa.
Esto lo puede hacer por que mantiene secuestradas las agendas de medios y tal cómo se las negaron a Felipe Ornelas igual no se la entregaran al nuevo titular con el fin de perjudicar sus resultados y obstruir a los periodistas que quieren tener comunicación directa con el Coordinador de la CGC. Buscan aislarlo y cortarle el camino.
Lo turbio y lo mezquino le son naturales a Tinoco Noriega, que escondido se desempeñó en el equipo de campaña de Mauricio Góngora Escalante por si perdía Carlos Joaquín, todo ello en complicidad con Haide Serrano, así tendrían “hueso” con el que resultara ganador.
Su falta de ética se refleja en su charlatanería de hacerse pasar por licenciado, Tinoco no cuenta con ninguna cédula profesional, es cachirul y debería renunciar tan sólo por esa deshonestidad comprobada, además de que es un delito federal ostentarse con una profesión sin tener un documento que lo acredite, lo que por sí sólo amerita pena de prisión.
Tinoco es un fraude y su permanencia como funcionario público contraviene el mensaje del gobernador Carlos Joaquín de cero corrupción en su gobierno.
No sorprende que vaya en contra del gobierno del cambio, pues se conoce de las instrucciones que da para que desde las cuentas de redes sociales y bots que administra en la CGC, golpeen lo mismo a secretarios que ellos no han podido doblegar o al propio gobernador en sus publicaciones.
Josemaría Tinoco se encargó de realizar campañas negras en contra de los funcionarios del gabinete que no se dejaron mangonear por Serrano, lo mismo fueran hombres o mujeres, hizo que, por medio de post con textos, notas y columnas pre-armados en la CGC, los facebookeros le pegaban en nado sincronizado a los funcionarios “rebeldes e indomables” y lo sigue haciendo.
Su mezquindad, delirio de persecución y odio permanente tienen su origen en el clóset en el que se esconde, con lo que afecta a la comunidad homosexual al pretender invisibilizarla ocultando su verdadera naturaleza, conocida tras sobrepasarse con muchachitos en Cancún y Playa del Carmen que lo frenaron en seco.
El complejo de inferioridad que padece y otros tantos traumas adicionados con siempre ser el segundón de Haidé, los refleja siendo intolerante y al mismo tiempo miedoso, una persona tóxica con antecedentes de violencia incluso misógina, que en los informes de gobierno le ha cerrado la puerta en la cara a periodistas, ha perseguido a los que no puede censurar y amenazado con retiros de convenio a los que no se “disculpan por escrito”, lo que convirtió a la CGC en una desolada oficina de puertas cerradas y conferencias de prensa vacías.
Asiduo de las trampas, este sujeto tiene un historial de violencia en su haber, pero aún más sucio es su mundo oculto en el armario, ese del que le da miedo que se conozca su vida de “tajador”, en donde su orientación sexual lo lleva a acosar a jóvenes, peligroso sobre todo en las aulas en las que le gusta estar para escoger a sus víctimas.
Actuar en las sombras es el de por sí de este par, grave cuando se considera que Haidé Serrano ocultó que pasó una semana completa en Cancún con su secretaria cuando ya estaba enferma y sólo la trajo a Chetumal cuando ya se sentía muy mal, tanto que poco después falleció, lo que implica para quienes se hayan reunido con la ex funcionaria en esos y los siguientes días, riesgo de contagiarse de COVID-19.
Con todo y sus desplantes de odio y licenciatura chocolate, su incompetencia salta a la luz, pues pese a ser el encargado, jamás pudo realizar bien el llenado del Sistema de Entrega Recepción (SENTRE), una básica herramienta digital administrativa de la Secretaría de la Contraloría del Estado (SECOES), pese a los muchos cursos que tomó y todos los manuales paso a paso que la SECOES ofrece en su página. Así de limitado es Tinoco.
El Código de Conducta y Reglas de Integridad para los Servidores Públicos, que emitió el Gobierno del Estado siempre fueron letra muerta en la CGC, corrupción y licenciaturas patito en sus filas lo demuestran, un mal que se seguirá extendiendo mientras así lo permita Carlos Joaquín en el entendido de que quien ayuda al corrupto es cómplice, que nada quedará oculto bajo el Sol, pero sobretodo los quintanarroenses tenemos memoria y las votaciones están cada vez más cerca.