Chetumal.- No es lo mismo hablar como mirón en silla de expectante que estar parado al frente de la tarima del poder, así como tampoco es igual actuar con entusiasmo desbordante y energía jovial que demostrar durante la “prueba de fuego” las habilidades necesarias para atender las responsabilidades y las encomiendas del encargo público.
El pasado 5 septiembre, Gustavo Miranda García, diputado del Partido Verde (PV) se sentó sobre la codiciada curul de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (JUGOCOPO) para el Segundo año de ejercicio constitucional de la XVI Legislatura del Congreso del Estado, quien en su primera intervención durante la primera sesión gritó con papel protagonista —hasta casi quedar afónico— que durante su periodo trabajará por lograr un “Congreso diferente”. Sin embargo, su postura erguida se fue doblegando al ponerse sobre sus rodillas tras ir cayendo de desliz en desliz, hasta volverse un espécimen diminuto ante la opinión pública.
El etiquetado diputado exhibido como el “menos productivo” por el Observatorio Legislativo de Quintana Roo, Miranda García, propuso inmediatamente un “Plan de trabajo de los Primeros 100 días” sustentado en tres vértices: transparencia, unidad e innovación. No obstante, a 144 días de haber asumido el timón el recinto legislativo, se ha convertido en letra muerta y retrato simétrico de su incapacidad.
EL CONGRESO; UNA AGENCIA DE COLOCACIÓN DE EMPLEOS PARA INCONDICIONALES DEL “VERDE” MIRANDA
Recién asumió el “control” de la JUGOCOPO, el inexperto diputado presentó a Renán Hernández Sánchez Tajonar, como Secretario General del Congreso, además a los Subdirectores, Benjamín Vaca González y Eugenio Segura Rodríguez Vázquez, quienes son identificados como gente cercana del legislador y acompañantes en fiestas exclusivas con lujos y excesos en Cancún y fuera del país. La posición de estos funcionarios más que abonar a crear condiciones de estabilidad administrativa y financiera en favor de la gestión del diputado, generó un caos interno y sacudió el “hormiguero” echándose por encima a la clase trabajadora basificada al lesionar sus derechos laborales. Posterior a “acomodar” a sus amigos, Gustavo Miranda trató a puntapié a trabajadores de base y de confianza, afectando sus prestaciones e incluso despidiendo a colaboradores.
“JOVENCITO” VS EXPERIMENTADA DIRIGENTE SINDICAL
El pasado 26 de octubre, Mercedes Hernández Ocejo, líder sindical del Congreso del Estado, acompañada de trabajadores que solidariamente se unieron a la causa con pancartas “Todos somos Lupita”, quienes irrumpieron durante una rueda de prensa que sostenía el joven Miranda, para exigirle atienda la petición de Guadalupe Aguilar Sosa, trabajadora en el Congreso del Estado, misma que enfrenta cáncer de seno y que requería el pago de su jubilación por 35 años de servicio, la cual se le había sido negado por el Presidente de la JUGOCOPO.
Por lo tanto, Mercedes Ocejo encaró al aprendiz diputado quien fue casi callado al dejarlo sin argumentos, presionado por una turba enfurecida que lo obligó a suspender la conferencia con medios. El chaval legislador fue doblegado por una líder sindical experimentada conocedora de los manejos internos en el Congreso los conoce como la “palma de su mano”; ahí fue insultantemente exhibido y expuesto a que para competir en esas alturas primero tiene que subirse al “ring”en categorías menores.
FRACASADAS “MAÑANERAS” DEL CONGRESO DE QUINTANA ROO
Exhibido por su falta de preparación, capacidad y su falta de habilidad en el manejo táctico y mediático de la información, a causa de preguntas “incómodas”de periodistas, Gustavo Miranda suspendió la emisión de sus transmisiones, aduciendo a las medidas sanitarias de las autoridades por la pandemia. Al principio, quiso distraer la atención al asegurar que las conferencias se trasladarían a la ciudad de Cancún, sin embargo, poco a poco se convirtió en un acto desapercibido. Esto, desde luego, probó su carencia de docilidad para manejar “papas calientes” sobre sus manos.
FEMINISTAS; LA “GOTA QUE DERRAMÓ EL VASO”
El 28 de noviembre del 2020, el Congreso de Quintana Roo fue tomado por activistas de la Red Feminista Quintanarroense, quienes se habían mantenido en plantón permanente afuera del recinto, desde el 25 de noviembre, para exigir que se dictamine y voten las iniciativas para despenalizar el aborto antes de las 12 semanas de gestación, presentadas ante la Legislatura. No así, ante la negativa de subir el tema a análisis y revisión, las mujeres fueron ignoradas además de “ninguneadas” por su razón de lucha, por lo que el detonante para ocupar el interior del Congreso local se debió a que personal del recinto les anunció que cerrarían las instalaciones y no podrían ingresar a los sanitarios, ni resguardarse de la lluvia.
A la fecha, 58 días han pasado sin que el pleno legislativo atienda sus demandas, situación que ha originado que grupos feministas causen actos vandálicos, así como causen daños a la infraestructura física de uno de los tres poderes más importantes del Estado como Estado Libre y Soberano.
La gigantesca falta de respeto hacia el poder legislativo es igual de monumental a la negligencia y la irresponsabilidad del Diputado Gustavo Miranda García, quien junto a sus correligionarios de las demás bancadas partidistas se han cruzado de manos y poco han hecho para atender el asunto de fondo.
Así ha sido el paso de este imberbe “diputadillo”, con un andar lleno de sombras más que de luz. Y eso, que pese a su inoperancia en el Congreso local, se habla de que en unos días debe solicitar su licencia para buscar la candidatura a Diputado Federal y ascender a “grandes ligas” cuando apenas sabe “gatear”, quien deberá ser suplido por su compañero José de la Peña Ruíz de Chávez.
Las cosas así se mueven con el “Junior” Miranda, quien aspira a más en el argot político, con el cobijo del eterno dirigente del PVE Jorge Emilio González “El niño verde”, para salir por la puerta trasera del “búnker” legislativo a nivel local que muy pocos, pero muy pocos logran dominar. ¿O no es así Gustavo?