Por Herlindo Vazquez
Chetumal.-Pese a carecer de honorabilidad y respaldo ciudadano, inclusive al interior del Partido Revolucionario Institucional (PRI), por sus escándalos y saqueo evidente de recursos en las instituciones que ha dirigido, Andrés Ruiz Morcillo insiste en ser candidato a la Diputación Federal por el Distrito 02.
Por lo anterior el rechazo ciudadano crece más, sobre todo ahora que fue evidenciado de promover la toma de las instalaciones del Centro de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) el pasado jueves.
Porque tanto Ruiz Morcillo como su esposa María Antonieta Hernández adquirieron derechos ejidales en Bacalar cuando el primero se desempeñaba como presidente municipal de Othón P. Blanco.
En tal período en el cual se desarrollaban los trabajos de modernización de la carretera federal Bacalar-Pedro Antonio de los Santos, proceso en el cual el Centro SCT expropió 20 hectáreas de terreno valuadas en 97 millones 600 mil pesos, al Ejido de Bacalar.
Por lo anterior promovió la toma de las instalaciones del Centro SCT el pasado jueves, para presionar al pago de la indemnización correspondiente, pese a que existen procedimientos legales por cumplir.
Además, en su afán por ser diputado federal simula chantajear al PRI con irse con la oposición, puesto que por sus antecedentes carece del respaldo político y ciudadano.
Durante su encargo como director de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA), Ruiz Morcillo hizo negocios con proveedores diversos y pudo comprar una lancha de lujo llamada “Dos Acuarios” y un terreno situado en la calle Belisario Domínguez esquina Felipe Carrillo Puerto, donde resguardaba la nave, por su afición a la pesca.
Sin duda uno de los escándalos que será recordado por los chetumaleños ocurrió el 27 de mayo del 2009, cuando siendo presidente municipal de Othón P. Blanco, su “novia”, Alejandra Valle Contreras, le correteó en los pasillos del Congreso del Estado para reclamarle le haya despedido de su empleo como directora de Relaciones Públicas y la pensión para “la heredera”.
Y es que dicha mujer colaboraba con él desde el 2007 cuando dirigía CAPA, donde cobraba 30 mil pesos mensuales sin presentarse a trabajar y era su socia para algunos “negocios” pues manejaba uno fondo de recursos no obligados a justificar.
Además la crisis económica que impera en el Ayuntamiento de Othón P. Blanco fue iniciada durante la gestión de Ruiz Morcillo pues concesionó a Avance Lumínicos S. A. de C. V. la instalación, mantenimiento y sustitución de 25 mil 507 luminarias durante 15 años.
Tal determinación generará deuda superior a los mil millones de pesos a corto plazo pero un oneroso negocio para el ex presidente municipal de Othón P. Blanco.
Situación similar ocurrió con la concesión del Manejo y Disposición Final de Residuos Sólidos a Intrasiso S. A. de C. V., empresa cuya operación no favorece al Ayuntamiento de Othón P. Blanco, sino al contrario le causa gastos a cambio de ningún beneficio.
Curiosamente en el 2010 adquirió una nueva embarcación, que excedió el millón de pesos, a la cual denominó “Dos Gavilanes”, junto con terrenos en la Costa Maya, y derechos ejidales en Bacalar; en el caso de estos inmuebles fueron adquiridos a bajo costo.
Las autorizaciones “fast-track” en cambios de usos de suelo para la construcción del Fraccionamiento Las Américas III también generaron beneficios económicos, pese al riesgo a la salud de la población, por la cercanía del basurero donde nunca ha habido un saneamiento adecuado.
Por si no bastará durante su gestión como presidente municipal de Othón P. Blanco el número de gasolineras aumento de 10 a 34, pues a través de la Dirección de Desarrollo Urbano autorizó varios permisos, pues Ruiz Morcillo es propietario de varias estaciones de servicio, mediante prestanombres.
Posteriormente cuando fungía como titular de la entonces Secretaría de Planeación y Desarrollo Regional (Seplader), Ruiz Morcillo desvío millonarias obras para la empresa Grupo Más Ambiental Proyectos y Construcciones S. A. de C. V., la cual tiene como representante social a Andrés Negrete Zamora, pero en realidad pertenece al ex presidente municipal de Othón P. Blanco.
Además cuando estuvo como director general del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep) salieron a relucir las irregularidades que solapó con el secretario general del Sindicato de la institución, Miguel Ángel de la Cruz Gorocica, que causaron daño al Erario.
Y curiosamente todos los miembros de la familia Ruiz Hernández tienen propiedades de alta plusvalía en fraccionamientos de lujo de Chetumal y la Costa Maya.