Por Felipe Hernández
Evidente. Muy evidente fue el manotazo que dio el gobierno federal en Quintana Roo ante la inminente contingencia por el huracán Delta, que en unas horas más azotará al estado previsiblemente con inusitada fuerza.
En la reunión más reciente para dar a conocer la actualización sobre Delta, el gobernador Carlos Joaquín presentó en el «Centro de Mando» instalado en Cancún a los enviados del presidente Andrés Manuel López Obrador para atender la contingencia, es decir el secretario de Marina, José Rafael Ojeda Durán, y la coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Velázquez. Buen ánimo y cortesía hasta ahí, peeeero…
Pero al concluir su intervención el secretario de Marina nombró a la coordinadora nacional de Protección Civil vocera única para todas las acciones relacionadas con Delta. Para que no haya datos ni versiones equivocadas, nomás una versión única.
La coordinadora nacional de Protección Civil enumeró las acciones realizadas y los elementos humanos y equipo dispuestos por el gobierno del presidente López Obrador para atender a la población que resulte afectada por Delta.
El cambio de ánimo en el equipo estatal fue más que evidente para quienes seguían la transmisión de la reunión a través de redes sociales. Y aunque también se notó la operación para mediante comentarios de «la audiencia» intentar tachar de ignorante al equipo federal y destacar la experiencia del gobernador en casos de huracán, simplemente no hubo manera de levantar el tono del equipo local en la reunión.
Eso de exagerar daños para después demandar recursos federales no funciona con el presidente López Obrador. Y por lo visto tampoco deja los reflectores prendidos para un solo actor.