La diputada quintanarroense por el PRD considera incongruente que la federación plantee recortes al Presupuesto de Egresos mientras condona a las grandes empresas refresqueras la deducción de impuestos por bebidas azucaradas.
Un claro ejemplo del fracaso de las políticas públicas de la administración federal, se demuestra con la falta de atención para el combate a la obesidad, como uno de los más grandes problemas de salud pública de nuestro país, afirmó la diputada federal por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), Ivanova Pool al presentar la reserva de modificación del Artículo 2º, sobre la Ley del Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS).
Lamentó que para tratar las enfermedades asociadas a esta problemática, la federación solo haya destinado 0.4 por ciento de los 80 mil millones requeridos, es decir, apenas 336 millones de pesos a pesar de que el impuesto a la comida chatarra para este año ha sido de un poco más de 18 mil millones de pesos, lo que deja en evidencia la poca importancia que tiene para el presidente Enrique Peña Nieto, la salud de los mexicanos.
La legisladora quintanarroense dijo que por esa razón es que se deben fortalecer y no debilitar, las políticas actuales en cuanto al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) para bebidas azucaradas, ya que el objetivo de dicho impuesto es la reducción en el consumo de productos nocivos para la salud.
“Lo más preocupante es que ni el 100% de lo recaudado alcanzaría para atender a quienes lo padecen, pues se recauda apenas el 22.5% de lo que se requiere”, destacó Ivanova Pool durante su intervención en la tribuna.
La secretaria de la mesa directiva explicó que el dictamen señala que aquellas bebidas que contengan menos de 5 gramos de azúcar por cada 100 mililitros de producto paguen sólo el 50%, es decir, sólo $0.50 centavos en lugar de un $1 peso por litro, como establecía con anterioridad la ley.
“De aprobarse el dictamen en estos términos, se iría contra del precepto de progresividad recaudatoria y al mismo tiempo sería una decisión regresiva; si el planteamiento es que aquellas bebidas con menor azúcar paguen menos, entonces la propuesta de impuesto gradual tendría que ser que éstas paguen $1 peso por litro, y las que contengan más azúcar paguen más para de esa manera cumplir con las recomendaciones de salud pública de organismos nacionales e internacionales, y dejar de privilegiar a las grandes empresas refresqueras”, puntualizó.