A pesar que la mayoría de los politólogos del sur de Quintana Roo lo califican de arribista, lo único cierto hasta la fecha es que Israel Hernández Radilla, es de los pocos regidores del cabildo de Othón P. Blanco que desairó la “ráfaga de billetes” que ofreció la administración de la plaza “Las Américas” para autorizar el cobro de 10 pesos por utilizar su estacionamiento.
Si bien es cierto que una golondrina no hace verano y mucho menos con una acción se puede juzgar a una persona, lo que puso de manifiesto el citado político de origen guerrerense es digno de reconocer e incluso de resaltar, porque seguramente no se trató de una “baba de zopilote” lo ofrecido por los administradores de la citada plaza para obtener la autorización del cabildo para seguir “robando” a los chetumaleños.
Quizá la imagen o figura de Israel Hernández Radilla no sea similar a la de Robín Hood, pero sin temor a la equivocación, su acción, está acción, es mejor a la que debieron hacer alguno o varios de los políticos chetumaleños que dicen vivir para proteger los intereses económicos de sus “paisanos”.
Nadie tiene el futuro asegurado y menos se puede comprar una posición política, pero con acciones como las citadas, el buen Isra bien podría aspirar a mejores escaños de la política local, ya que muchos de quienes hoy ostentan fuertes encomiendas no han hecho absolutamente nada por defender al prójimo, al contrario, siempre buscan quitarle algo de lo poco que tienen.