Por: Jesús Amador
Chetumal.- Aun cuando en la actualidad la inercia democrática obliga para que tanto gobernantes como dirigentes sindicales trabajen de manera conjunta a fin que sus gobernados o agremiados mejoren percepciones económicas y por ende el nivel de vida de sus familias, hay algunos de los arriba citados, como el recién designado dirigente de la Sección XXV del SNTE, Fermín Pérez Hernández, que se olvida de tal primicia y de entrada vocifera que marcará distancia con autoridades estatales, en caso específico, con el gobernador electo, Carlos Joaquín González.
Y es que tal afirmación fuese válida si la hubiera hecho a título personal y no como representante de los miles de trabajadores de la educación que laboran a lo largo y ancho de Quintana Roo quienes no comulgan con semejante “chantaje” o “amenaza” política y que desde se crearán su “autonomía”.
Ni tarde y mucho perezoso, Fermín Pérez puso sobre la mesa que pertenece a la vieja escuela que fundó y que desde el presidio sigue dirigiendo Elba Esther Gordillo. Y aun cuando los tiempos exigen otra forma de hacer política para defender los intereses de sus agremiados, el nuevo líder magisterial quintanarroense ha desenfundado la espada al advertirle a Carlos Joaquín que la Sección XXV es autónoma.
Su miopía política y los consejos recibidos de sus “gurús” han entrampado al improvisado Fermín Pérez quien de entrada demuestra que será un líder sindical que cuidará los intereses del grupo minoritario quienes con argucias legales y apoyo externo han logrado mantener el control de la sección XXV del SNTE.
Hasta cierto punto resulta obvio y entendible que Fermín Pérez se pusiera las “rodilleras” ante quienes lograron convertirlo en líder sindical, situación que hasta sus colegas que pertenecen al Siteqroo y Sitem lo vieron con buenos ojos, pero lo único que no toleraron, de manera especial la mayoría de los maestros afiliados al SNTE, es que desde ahora busque la confrontación con las próximas autoridades del gobierno del Estado, de manera particular, con el gobernador electo, Carlos Joaquín.
Y es que Fermín Pérez no se anduvo por las ramas cuando en su primera entrevista como líder sindical dejó en claro que defendería la “autonomía” de la sección XXV del SNTE ante las diversas autoridades de gobierno, pero habría que preguntarle de qué forma lo haría.
Por ejemplo: De que los maestros ya no reciben su bonificación por concepto 41? De que el gobierno del Estado ya no obsequie automóviles para rifar el día del maestro?
Dígame profesor Fermín Pérez como buscará la “autonomía” de la Sección XXV del SNTE? Promoverá un reglamento para que los maestros que se jubilen ya no reciban los 80 mil pesos por parte del Gobierno del Estado?
Considero, presumo o intuyo que usted sólo leyó un guión que le pasaron o que sólo repitió algo de lo que escuchó, porque es inverosímil y hasta cierto punto ridículo que un hombre que juró defender la causa de sus agremiados ahora actúe en contra de los intereses de ellos.
Creo que usted tiene un serio problema político-emocional y para beneplácito de sus agremiados es urgente replantear su postura, porque una cosa es el de pagar los favores al grupo que lo ayudó para llegar al poder y otra pretender enfrentar al gremio sindical con las nuevas autoridades estatales.
Basta recordar que su unción como secretario general de la Sección XXV se debieron a varios factores, principalmente porque se supone que usted es una persona contraria al grupo del gobernador electo, Carlos Joaquín, aunque me reservo mis dudas debido a su cercanía con el ex dirigente Manuel Tzab Castro, quien en la pasada elección jugó de lado del próximo gobernador.
Salvo su primer yerro político, al presumir que buscará la “autonomía” de la sección XXV del SNTE, me reservo mi comentario sobre su actuar como líder del gremio, pero desde ahora inclinaría mi voto a su favor, máxime cuando se presume que la maestra Bertha Cobos será su principal asesora.
Tiempo al tiempo.