Por Mario Castillo Rodríguez
Producto de todo cambio de administración, la novedad no sólo es quien llega a la máxima postura como en el caso de Carlos Joaquín González que en el mes de septiembre tomará posesión como el octavo Gobernador de Quintana Roo, sino de quienes se hará acompañar para cumplir las miles de demandas convertidas en un gran reto dado el resultado histórico alcanzado en las urnas el pasado 5 de junio.
Y es que con el respaldo hecho patente, Joaquín González adquiere el enorme compromiso de cumplir las propuestas de campañas, mismas que aterrizará de la mano de personajes identificados con su proyecto, pero sobre todo con la misma sociedad que demandó la alternancia en el poder.
Los puntos clave son ya del dominio público y especial entrega deberá poner el Gobernador entrante para nombrar a quienes estén al frente de la Secretaría de Hacienda, la Secretaría de Salud, la Secretaría de Seguridad Pública –por ejemplo-, pero particularmente en la designación de la persona encargada del manejo de la política interna y del área de prensa, ambas consideradas el Talón de Aquiles de toda administración estatal.
En el caso de la Secretaría de Gobierno, suenan ya nombres como el del ex alcalde benitojuarense, el perredista Julián Ricalde Magaña; el ex presidente municipal de Solidaridad, Miguel Ramón Martín Azueta; y el propio diputado local Jesús Pool Moo. Estos dos últimos priistas que renunciaron a su militancia en la apuesta del proyecto de Carlos Joaquín.
Y en esta terna, el Gobernador electo deberá hacer una precisa selección, pues si bien los dos primeros traen consigo una larga trayectoria, por añadidura arrastran muchos compromisos y serios cuestionamientos que no favorecen a los propósitos de “Una Nueva Esperanza” para Quintana Roo.
“Chucho” Pool, destaca pues en el escenario como el menos peor, aunque su único pecado fue ser parte de un juego tricolor, que a final de cuentas lo desplazó para ir en busca de su futuro en las filas joaquinistas que hoy lo perfilan rumbo a la Secretaría de Gobierno, aunque en materia política nada está escrito.
Respecto a quien será la persona encargada de la relación y trabajo con los medios de comunicación, Carlos Joaquín urge de una figura fresca pero no menos conocedora del tema y de comprobada lealtad. Al menos alguien que de certeza al compromiso con la libre expresión, sin que esto signifique exponerlo como constante blanco de críticas.
Perfil que llena a toda luz la licenciada Haydee Serrano, quien fuera su Directora de Comunicación Social como alcalde solidarense, y pieza fundamental durante la pasada campaña por la gubernatura en el manejo de la información. Aquí la tarea será más fácil para Joaquín González al contar con alguien ideal para nombrar titular del Vocero del Gobierno del Estado.
Conocido es también que por añadidura vendrá una total renovación en la estructura del Sistema Quintanarroense de Comunicación Social, esto en la urgencia de dejar de ser afín y servil al gobernante en turno, para tomar el verdadero sentido social por el cual fue creado.
Aquí destaca la figura del periodista capitalino Felipe Hernández García como prospecto a la Dirección General del SQCS. Con un historial impío y sin compromisos que le aten de manos para tomar decisiones, el director de la extinta revista “Nuevo Siglo” cumple con el perfil.
He aquí los primeros nombres, y claro está que en el tráfico de la transición de poder muchos otros sonarán y querrán figurar en la palestra, llámense panistas, perredistas y hasta los autoproclamados joaquinistas.
Y no es que no tengan derecho, pero la realidad que se avecina ante el reto que hoy tiene en sus manos Carlos Joaquín González, requiere de personas leales, identificadas con la ciudadanía, pero sobre todo con una carrera política-administrativa de comprobada transparencia. Al menos eso es lo que hoy demanda la sociedad.