Por Mario Castillo
Mucho se habla de la aplastante derrota que sufrió el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en las primeras sesiones de esta XV Legislatura, que junto con sus aliados del Verde Ecologista fueron pisoteados por una mayoría conformada por el PAN, PRD, PES, Morena, un Panal que se sumó a la ofensiva, un priista que se declaró independiente, y una legisladora tricolor que “la cagó” con su ausencia.
Todo se consumó a favor de la otrora oposición con un 14 a 10 de votación para la integración de las comisiones, situando al PRI y el PVEM en el más oscuro rincón de la toma de decisiones al interior del Poder Legislativo; dejándolo de manos atadas y con éstas afuera de la Gran Comisión, la Joya de la Corona en el edificio de Punta Estrella.
Todos celebran al grito de “si se pudo”, pues al igual que en sus buenos tiempos cuando el PRI y sus aliados pulverizaban a sus rivales partidistas, hoy con el mayor de los gustos se cobran la factura dejando al Tricolor tirado sobre la lona.
Empero, ¿Realmente el Revolucionario Institucional esta derrotado como para decir que todo está dicho, y que los panistas, perredistas, asociados y demás tendrán la última palabra en el Congreso de Quintana Roo?
Y es que el análisis obliga a visualizar todos los flancos en el campo de batalla, pues no se trata de salir a la defensa de nadie ni de celebrar victorias, pero la realidad es que “la venganza de los caídos” no se hará esperar por mucho tiempo.
El PRI prepara el contraataque
El PRI no es un partido acostumbrado a la autocompasión, y esta guerra apenas comienza. El contraataque ya se cocina en las calderas para ser derramado sobre los ayuntamientos, que al final de cuentas jugarán el papel principal en la toma de decisiones.
Recordemos que toda Ley, reforma o modificación a esta, debe de gozar de la venia de los respectivos cabildos; y si en el Congreso “los aliados” tiene la sartén por el mango, es en los municipios donde se impondrá la mayoría priista para lo que augura como la madre de todas las guerras, en este contrapeso político que ya deja ver sus primeras derrotas.
José María Morelos, Felipe Carrillo Puerto, Tulum, Puerto Morelos, e Isla Mujeres hoy son terreno tricolor al que se suma un Benito Juárez donde el Verde Ecologista mantiene activas sus huestes. Son 6 los ayuntamientos con los que el Revolucionario Institucional dispone para la ofensiva, y eso les da la ventaja para el esperado segundo round. La duda está en Laura Fernández que renunció al PRI, pero solo es parte de este juego de simulaciones.
En el caso de los municipios de Lázaro Cárdenas y Bacalar, no hay nada que hacer dado que la alianza prácticamente ha quedado disuelta. Por tanto, Emilio Jiménez Ancona y Alexander Zetina Aguiluz no tendrán que preocuparse toda vez que la Comisión de Asuntos Municipales quedó en manos de su partido, y ya quedaron bien parados con el grupo del Gobernador Carlos Joaquín.
¿Ganaron los panistas y perredistas?
En política no hay nada escrito, “esto no se acaba hasta que se acaba”, reza una frase del argot; pues aunque “los aliados” han dado el primer revés a un PRI que hoy se revuelca en su vergüenza a causa de sus añejos hierros, faltará ver cuál será su estrategia para mantener el control al interior de los ayuntamientos, porque con 3 a su favor (Solidaridad, Cozumel y Othón P. Blanco), o más bien 5 incluidos los espacios ganados por el Panal (Lázaro Cárdenas y Bacalar), tienen una preocupante minoría.
En apretar el cinturón a las arcas municipales pudiera estar la solución inmediata para presionar a favor, pero irían en contra de la frase “ganó Quintana Roo” que tanto presume el nuevo gobierno, y aquí les podría salir “el chirrión por el palito” ante una sociedad que ya sabe reclamar lo que es suyo, y eso quedó demostrado el pasado 21 de junio precisamente en el mismo seno del Poder Legislativo.
Sin duda lo que está por venir se antoja interesante, en un escenario que posterior al 5 de junio ya dejaba ver las primeras escenas de lágrimas y risas.
Primordial será en esta batalla el liderazgo que asuma Carlos Joaquín González como Gobernador para inclinar la balanza y asestar el golpe fulminante al PRI, o en su caso permear por un clima de estabilidad política que deje a todos contentos y a cada quien con su rebanada de pastel; ¿Cumplir o dejar pasar?, he ahí el dilema. Pero esa, ya será otra historia.