Nicolás Lizama
En San Caralampio estamos hechos bolas. Nadie cree en nadie. Es más, los sancaralampiños hoy en día, dudan hasta de su propia sombra.
San Caralampio es un mundo de murmullos. La mayoría habla en voz baja. Están a la orden del día los: “oye, ¿sabías que equis candidato es esto y lo otro?
En San Caralampio ningún candidato se salva de los comentarios por debajo del agua. Ninguno está exento de que en cualquier momento salte la liebre y se exponga algún tramo no tan claro que digamos de su trayectoria política.
En San Caralampio a veces da la impresión de que ganará el candidato que menos cola tenga que le pisen.
Sí, en San Caralampio los comentarios están muy álgidos, los dimes y diretes están a la orden del día.
En San Caralampio las campañas políticas se han polarizado. Si colocas la imagen de tu candidato en el frente de tu casa, tal y como se hace en cualquier República civilizada, no tarda y llega alguien para, crayola en mano, añadirle colmillos, cola y uñas largas.
En San Caralampio, si te fías de los rumores, de los chismes que viajan con una velocidad endemoniada –radio Bemba es lo más efectivo que existe-, si te dejas llevar por todo lo que se comenta en el “feisbuk”, te quedas sin candidato y en chico lío que te metes a la hora de acudir a las urnas este 5 de junio.
En San Caralampio habrá un debate este sábado venidero. Muchos definirán su voto después de ese acalorado encuentro. Y sí, si no es acalorado, ¿qué chiste tiene tantos dimes y diretes en los días anteriores? Si hay pescozones en el debate, muchos sancaralampiños aplaudirían a rabiar. Quieren espectáculo. Quieren sangre en la arena.
San Caralampio, que vive de las dudas y los rumores, no asimilaría un debate terso. Enseguida surgirían los comentarios adversos. Ya estamos contagiados de la rumorología y de inmediato se iría por el caño del sumidero el propósito democrático que tuvo tal ejercicio.
En San Caralampio, ¡snif!, ya no creemos en nada. Es triste reconocerlo. La polarización llegó y se nos metió hasta el mismito tuétano.
En fin, hagamos nuestras apuestas para este sábado venidero.