“Grillas y grillos en su tinta y tinto”
¡Ninguna forma de violencia debe ser tolerada bajo la bandera de cualquier causa!
Por José Luis Barrón
Foto: Archivo
Es una lástima que una legítima manifestación por la justicia se desvirtúe por intereses políticos o por grupos de poder, pero es aún más condenable que estas causas tengan su origen, a través de los tiempos, en la nula aplicación de las leyes por las autoridades encargadas de hacerlas valer, porque se ha visto hasta el cansancio a una víctima de violación que denuncia ser sometida a un proceso judicial bajo un trato peor como si ella fuera la agresora. Porque hemos visto que las comisiones de los derechos humanos defienden más a los delincuentes que a la gente de bien. Porque la aplicación de la justicia en nuestro país no es pronta ni expedita, pero sí lenta, corrupta y con demasiada dosis de influyentismo.
Un ejemplo muy claro de lo que arriba menciono: el 2 de diciembre de 2018 la artista local Addisbel de origen cubano fue golpeada brutalmente por su pareja sentimental, quien estuvo a punto de arrancarle la vida y los policías, a pesar de los hechos de sangre, solo lo procesaron por una falta administrativa y no por el intento de homicidio y el juez calificador le decretó únicamente unas horas de arresto, evidente caso de influyentismo y que a pesar de que se tiene bien identificado Rolando “N”, hasta ahora no ha sido detenido, siendo que es un potencial feminicida ante la complacencia de las autoridades quintanarroenses, puesto que no hay otra explicación de que un tipo de esta calaña ande libre.
En las protestas ciudadanas suscitadas por este cobarde asunto, se dieron a conocer más casos de agresiones y asesinatos que por años han quedado en el archivo “enlatados” por el influyentismo y la corrupción que ha permeado durante décadas a las instancias correspondientes: Policías, Seguridad Pública, ministerios públicos, ex procuradurías ahora fiscalías o tribunales, por lo que de nada servirán los programas (unos innovadores) si nuestras autoridades no cumplen para lo que están hechos: Garantizar la seguridad e integridad de la ciudadanía en general al eliminar de sus filas las células corrompidas y corruptoras, que han creado imperios de impunidad.
Nada más por comparar lo absurdo de nuestras autoridades y su falta de criterio, en un hecho de tránsito donde solo hubo daños materiales, encierran al responsable 72 horas, según esto para investigar a fondo el caso y en ese caso donde hubo una mujer molida a golpes al borde de la muerte, el responsable solo estuvo menos de dos horas en los separos de la Policía Municipal. En otro escandaloso asunto, Ernesto Haro, dirigente ejidal de Juan Sarabia, atentó con un hacha contra la vida de otros miembros de dicho núcleo agrario y a pesar de ser un potencial asesino está cumpliendo su risible sentencia en libertad.
Otro caso reciente que sirve como ejemplo: Lanzan de manera inmediata un escuadrón de policías contra alumnos y maestros que hacen actos artísticos para ganarse un dinero de apoyo y cuando se trata de un verdadero delito, no llega ni una sola patrulla. ¡El colmo de la estupidez e incongruencia de nuestras autoridades!