Por Felipe Hernández
La Comisión de Derechos Humanos de Quintana Roo investiga la actuación de casi 80 policías estatales que la madrugada del 20 de octubre ejecutaron un operativo en La Esperanza, pacífica, abandonada y paupérrima localidad de José María Morelos. Pero la indagatoria debe llegar también a quien ordenó el operativo, pues los policías no se mandan solos. ¿Llegará, entonces, a Jesús Alberto Capella Ibarra y a quien le ordenó a él realizar la excesiva demostración de fuerza contra habitantes pacíficos?
Como se sabe, amparados bajo las sombras de la madrugada del 20 de octubre, 77 policías estatales irrumpieron en La Esperanza para «liberar» a dos trabajadores de la Secretaría de Desarrollo Social, retenidos como medida de presión para que finalmente el gobierno de Carlos Joaquín cumpliera el compromiso de rehabilitar la carretera hacia la cabecera municipal. No vejaron a los empleados públicos, simplemente no les permitieron salir.
Días antes ya había ocurrido una situación similar incluso con el secretario del Ayuntamiento morelense, pero triunfó el diálogo y no fue necesaria la fuerza.
Sin embargo, en la segunda ocasión la poderosa e influyente secretaria de Desarrollo Social, Rocío Moreno Mendoza, no se iba a quedar con el agravio. Y la reacción fue el ostentoso operativo policial, como si esos policías, patrullas y demás recursos no fueran necesarios para atender la alarmante inseguridad que hay en el Estado.
Las quejas interpuestas ante Derechos Humanos refieren que los policías habrían cometido excesos y delitos, como: abuso de autoridad, destrucción parcial de la escuela donde estaban retenidos los dos trabajadores, daños en hogares, robo y destrucción de teléfonos celulares y agresión a mujeres y hombres que intentaron grabar las acciones de los agentes.
No se espera que la indagatoria sirva para mucho; ya se sabe de la inoperancia voluntaria de la presente administración de Derechos Humanos. Pero si realmente esa instancia quiere llegar al fondo del asunto tendría que llegar también al secretario de Seguridad Pública, Alberto Capella… y a quien lo mandó a él…