Por Herlindo Vázquez
Chetumal.-El presidente de Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Rene Juárez Cisneros, visitó Quintana Roo para respaldar a los candidatos de la Coalición «Todos por Quintana Roo».
Reconoció que se enfrentará una elección compleja pero se retendrá la Presidencia de México y recuperarán espacios perdidos en comicios anteriores.
Porque José Antonio Meade Kuribeña representa el mejor proyecto para gobernar México.
Y en las entidades se cuenta con candidatos que garantizan estabilidad política y beneficio ciudadano.
Juárez Cisneros insistió en que su proyecto de trabajo se basa en números o estadísticas, sino en tres postulados.
En que el PRI es el mejor partido de México y cuenta con 68 mil seccionales; las mejores propuestas para todos los sectores sociales y al mejor candidato.
Asimismo, indicó que el tricolor no se equivoca.
Reiteró que ex representantes populares que atentaron contra la Ley y enfrentan procesos judiciales o pena corporal, no son instituciones, sino actuaron a título personal, por ende enfrentan los juicios correspondientes.
Por tanto, exhortó a los priístas a fortalecer la unidad en pos de un proyecto de Nación.
«Existen demasiados cuadros con méritos suficientes para aspirar a cargos de elección popular, pero al no resultar favorecidos en las planillas surgen inconformidades», refirió.
El respeto a las instituciones es algo que caracteriza al PRI, destacó.
«Creemos en la inteligencia de los ciudadanos y le apostamos al voto razonado… No vamos a entregar la Presidencia de México a alguien que quiere perdonar a los delincuentes», expresó.
Reiteró que la ciudadanía es crítica y elegirá a Meade Kuribeña como el Presidente de México.
A nivel nacional se designará a 18 mil representantes populares.
«No será fácil por la complejidad de la elección, pero lograremos el triunfo», sostuvo.
Para finalizar señaló que en el caso de Quintana Roo, sera complicado pero no imposible.
Manifestó su respeto a las autoridades e instituciones pero exigió no haya intervención o injerencia del Poder Ejecutivo en el proceso electoral.