Por Juan José López
FCP.-El ayuntamiento de Felipe Carrillo Puerto, que encabeza el presidente municipal José Esquivel Vargas, Chac Mex, ha convertido esta ciudad en un “deshuesadero” público de vehículos oficiales en mal estado y sin planes de repararlos.
Mientras el alcalde y los funcionarios del ayuntamiento de Felipe Carrillo Puerto, incluyendo los regidores, se pasean en lujosos vehículos cuyos valores alcanzan el millón de pesos, las unidades automotrices municipales están descompuestas.
En varios talleres de la ciudad hay decenas de vehículos propiedad de la Comuna carrilloportense, a donde fueron llevados para ser reparados, pero “a crédito”.
Al menos tres mecánicos dijeron que desde que empezó la actual administración municipal les adeudan mucho dinero, pero no les quieren pagar por lo trabajos realizado al ayuntamiento.
Para evitar represalias estas personas rechazaron ser grabadas en audio y video, pero aseguraron que si no les pagan no les entregarán los vehículos ni tampoco seguirán dando servicio al municipio.
En un amplio recorrido de varios días y por diferentes puntos de Felipe Carrillo Puerto se pudo comprobar que por doquier hay vehículos en mal estado y cuasi abandonados por falta de mantenimiento.
El problema es tal que inclusive en domicilios particulares están resguardadas estas unidades, a muchas de las cuales se les ha quitado los logotipos para no ser reconocidos.
En uno de tantos talleres, se pudieron apreciar al menos 20 vehículos de todo tipo, al igual que en los patios de la estación de bomberos, lugar que se ha convertido en el “corralón” del municipio, mientras que en otros talleres hay de dos a cuatro unidades.
Se trata un sin fin de patrullas de la Policía Municipal Preventiva, de motopatrullas de Tránsito, minibuses de traslado de niños con discapacidad, camiones de recoja de basura, volquetes para bacheo, carros-bomba y carros-pipa de bomberos, camionetas de tres toneladas, pick ups, vehículos compactos, camionetas de la Dirección de Protección Civil y hasta los automóviles que han sido chocados por los funcionarios municipales y que tampoco se repararon.
En promedio son alrededor de cien vehículos descompuestos y se desconoce si hay planes de llevar a cabo un programa de recuperación para ponerlos nuevamente al servicio de la comunidad.