Por Mario Castillo Rodríguez
Chetumal.-Como cada año, al concluir el periodo escolar, los padres de familia se ven en la apretada situación de comprar uniformes, tanto para satisfacer la necesidad de los alumnos de nuevo ingreso, como para la renovación de quienes ya están en escolaridad en curso.
A decir de los tutores, el mayor de los gastos (entre 2 mil a 2 mil 500 pesos) redunda en el nuevo ingreso ya que hay que comprar dos o tres juegos –deportivos y académicos- totalmente nuevos, contrario a la renovación (de 500 a mil 500 pesos), que va en razón del incremento de talla o el desgaste que éstos hayan tenido durante el año que concluye.
Estas cantidades, sin duda, son un gasto que muchos ya tiene contemplados con anticipación, pero en la mayoría de los casos las familias se ven imposibilitadas de adquirir los uniformes de sus hijos ante la latente crisis que no es privativa de Quintana Roo.
Y es que comparado con años anteriores, muchos padres de familia desde semanas atrás ya tenían cubierto este gasto para no andar a las carreras, contrario a este 2015 en que apenas empiezan a ver de donde echan mano para salir del compromiso.
A decir de José Canto Andrade, propietario de una de las 6 casas de uniformes con registro en Chetumal, “Lamentablemente, lejos de un incremento, este año se prevé una disminución entre el 15 y 20 por ciento de las ventas ante la falta de circulante de recursos en la zona sur del estado”.
Señaló que en otros años desde el 7 de julio ya se hacía presente la demanda, mientras que a la fecha, a mediados de mes, apenas se deja ver una que otra familia haciendo las compras de uniformes para sus hijos.
Agregó que dentro del universo de estudiantes, los de nivel básico son los que más recurren a la compra de ropa escolar, siendo las escuelas secundarias las que más derrama dejan en el sector ante la marcada obligatoriedad de los planteles en la uniformidad de vestimenta.
El empresario chetumaleño, sostuvo que las escuelas de gobierno son las que mayores activos dejan a su empresa dado el grueso de la plantilla escolar, pero insistió que “este 2105 las cosas serán muy diferentes a otros años”.
No obstante, Canto Andrade afirmó “La tranquilidad reposa en los convenios establecidos con las escuelas privadas que darán un desahogo para sacar a flote esta etapa de compra de uniformes para renovación y de nuevo ingreso, ya que éstas instituciones conforman el 35 por ciento de las ventas aseguradas, es decir, son clientes cautivos”, puntualizó.