Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo.-La mañana de este viernes 16 de diciembre, el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas de Quintana Roo, a través del Programa para el Bienestar Integral de los Pueblos Indígenas (PROBIPI) que en este ejercicio fiscal, benefició a los apicultores de las comunidades mayas que participan a través de las Escuelas de Campo organizadas y establecidas en el marco de la EAT (Estrategia de Acompañamiento Técnico) del programa Producción Para el Bienestar en comunidades Carrilloportenses tales como Santa María Poniente, Naranjal poniente, Yoactún, Chunhuhub y Tepich, y entrega oficialmente equipo, herramientas, insumos y material biológico del proyecto “Producción agroecológica de miel, polen, propóleo y abejas reinas en la región maya de Felipe Carrillo Puerto.
El proyecto es considerado como regional por el número de comunidades participantes. El monto de inversión fue por $500,000.00 y beneficia directamente a 70 apicultoras y apicultores, además de los integrantes de las comunidades que participen, se plantea con el objeto de fortalecer el sistema de producción de las y los apicultores Mayas, contribuyendo a mejorar la calidad e inocuidad de los productos de la colmena, con base a principios agroecológicos y de autonomía productiva de la región maya de Felipe Carrillo Puerto.
El proyecto estará siendo acompañado por técnicos del programa de Acompañamiento Técnico impulsada por la secretaría de Agricultura (SADER), Instituto Nacional de investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y Bienestar, de tal forma, que las comunidades beneficiadas, desde el 2021, han estado en funcionamiento, como Escuelas de Campo para fortalecer la calidad de la miel; en este sentido estos espacios, son estructuras organizadas para el aprendizaje y producción. La idea es articular los grupos de producción primaria entre sí, generando lazos de colaboración y proveeduría interna, bajo esquemas de trabajo solidario con reglas e instrumentos de gobernanza a nivel comunitario y región, que fomente a mediano y largo plazo la organización comunitaria horizontal de primero y segundo nivel; mediante redes de cooperación y proveeduría interna, generar valor agregado, diversificar productos y mercado; así como generar oportunidades de ventas y compras consolidadas.
Las y los apicultores beneficiarios, estarán implementando innovaciones en su manera cotidiana de producir con principios agroecológicos, como una manera de reaprender, recuperando los saberes ancestrales en el manejo del territorio biocultural, que potencializan, los conocimientos y las prácticas locales del trabajo doméstico con abejas, los cuales serán referentes para aprovechar de forma integral las selvas de Quintana Roo y promover la resiliencia territorial.