Desde el 27 de febrero del año en curso, el Secretario de Desarrollo Social e Indígena (Sedasi) del gobierno del Estado, Ángel Ezequiel Rivero Palomo, dio a conocer en una columna de conocido medio local, su intención de convertirse en el noveno rector de la Universidad de Quintana Roo (UQROO).
En julio de 2011, al “cuarto para las doce”, el también ex secretario particular de los gobernadores Mario Ernesto Villanueva Madrid y Joaquín Ernesto Hendricks Díaz, respectivamente, se auto descartó para competir contra Elina Coral Castilla, obviamente, en aquel entonces las circunstancia institucional estaba en su contra para regir los destinos de esa casa de estudios, alguna vez orgullo de los quintanarroenses.
Pero, ésta vez no quiso desperdiciar la oportunidad sobre todo cuando su carrera parece amenazada por el fracaso. El 27 de febrero se destapó junto con un selecto grupo de egresados treintañeros de la Universidad de Quintana Roo, que hoy ostentan los cargos de rectores de la Universidad Pedagógica de Bacalar (UPB), Miguel Fernando Pérez Cetina, Luis Germán Sánchez y el de la Universidad Tecnológica de la Rivera Maya (UTRM), Jaime Alberto González Mendoza, para dirigir la universidad pública fundada por Miguel Borge Martín.
El destape fue muy simple y lapidario. El mensaje del buen Ángel “sugería” que el nuevo rector sea un hijo o hija de la UQROO con probado talento, con trayectoria y capacidad en la administración pública, que sea inteligente (¡Sopas!) y que trajera consigo “la barredora” (¡En la máuser!) para acabar con todos los maestros frustrados (¡Jesucristo de las Ampollas!) y con esos dos o tres catedráticos que no han comprobado sus dizque maestrías y doctorados (¡Aguas!)”.
El moderno cachorro de la UQROO pasó una semana deliberando si se destapaba o no, pues la descomposición interna alimentada por la Rectora Coral Castilla le causaba mucho temor y no será fácil de remontar en el corto plazo. Rivero Palomo es consciente de que no es un hombre con capacidad de respuesta inmediata. Un desempeño público muy gris, a lo largo de su carrera pública, pero camuflageada por con un “curriculum espanta inocentes”, lo dice todo.
Sin embargo, una semana antes, su figura brilló en los medios locales cuando anunció un catálogo de acciones dizque estratégicas para la Cruzada contra el Hambre en Quintana Roo. Ahí Ángel Rivero sintió que había llegado el momento de la revelación y optó por usar un filtro mediático, que no le fallaría. Así, mientras en la Uqroo se desgarraban tirios y troyanos, el titular de la Sedesi usaba una columna política para denostar a sus posibles rivales, que alguna vez fueron sus maestros o que lo han asesorado en algunas de sus tareas universitarias o del servicio público.
Dentro su plan para conquistar la Rectoría, Ángel Rivero cuenta con el indiscutible apoyo de uno de sus concuños, el docente Luis Gerardo Samaniego Santamaría, acusado de violencia intrafamiliar y frustrado fundador del que sería el Sindicato Único de Trabajadores de la UQROO, en los años cuando José Luis Pech Várguez dirigía esa institución.
Samaniego Santamaría tiene en su nebuloso historial una denuncia contra la UQROO que, por extrañas razones u omisiones de los dos últimos rectores, no ha sido tratada suficientemente. Ahora, Elina Coral lo habilitó para ser el flamante consejero universitario a costa de unas elecciones que fueron fraudulentas y que algunos medios denunciaron.
Fue tan evidente dicho fraude que hasta una profesora sin derecho a voto, fue llevada y traída por avión para sufragar a favor del candidato de Elina Coral-Ángel Rivero. ¿Quién pagó el boleto redondo México-Chetumal de la docente Yunitzilim Rodríguez Pedraza, la UQROO o la Sedesi?
Para cerrar el tremendo “circo” o quizá el primer capítulo, para que Rivero Palomo acceda a la rectoría de la UQROO, ocurrió el pasado miércoles 29 de abril cuando se designó al Lic. Enrique Alejandro Alonso Serrato, titular de la Notaria 55 de la Ciudad de Chetumal, como nuevo presidente de la Junta Directiva de la UQROO, máximo órgano que elegirá al nuevo rector antes del 14 de junio próximo
Seguramente preguntarán a Golpe de Tinta el porqué presume, argumenta o sospecha de los actos antes citados sobre una eventual elección de Ángel Rivero Palomo, simple y sencillamente por intuición y porque los lazos familiares con Samaniego Santamaría son reales y la amistad personal y profesional con el hijo de Enrique Alonso es leal desde principios del sexenio de Félix González Canto,
Tiempo al tiempo…