Por Herlindo Vázquez
Chetumal.-De cada 10 parejas que se divorcian, hasta seis quedan en malos términos.
Lo peor es que quien obtiene la potestad, casi siempre induce a los hijos a rechazar u odiar a su otro progenitor.
Esto se llama Síndrome de Alienación Parental y constituirá un delito pues ya se promueve el decreto correspondiente, afirmó el diputado Jesús Zetina Tejero.
Por los beneficios que ofrece, esta iniciativa cuenta con el respaldo de las fracciones parlamentarias y se aprobará durante el prese.
“Es una prueba sicológica donde se determina si el menor o los menores que provienen de una separación de padres han sido afectados por uno de los progenitores en contra del otro”.
Se detecta mediante una prueba sicológica y arroja el daño que el menor ha sufrido por la inducción del padre que le tutela al crear resentimiento hacia el otro.
La Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia (PDMF) registra 82 litigios donde existe este caso.