*Lluvias cotidianas son una bonanza para la gente del campo.
*Ganaderos beneficiados con abundante pastura y agua.
*Baja la creciente y se espera que traigan abundante pesca.
*Faltan sistemas de captación de agua de estos ríos temporales
Por Salvador Pérez Hernández
Bacalar.-Convertido en un paraíso tropical verde, con lluvias apacibles y cotidianas, el municipio de Bacalar disfruta de una bonanza, en la que se ve beneficiada la gente del campo, ya que abunda el pasto, los rebrotes y todo árbol plantado retoña, casi hace olvidar al campesino las pérdidas ocasionadas por el cambio climático, y hace ver con esperanzas un futuro incierto.
Inmediatamente después de que terminó la intensa ola de calor ocasionada por la temporada de canicular, inició un periodo de lluvias que coincide con la temporada de huracanes, con lo que el mal tiempo le dio una tregua al campo bacalarense, y los principales beneficiarios de esta bonanza son los agricultores pero más los ganaderos que casi de inmediato vieron un incremento en la pastura y los niveles de agua de los jagüeyes, del mismo modo que les permitió realizar la siembra anual de semillas de pasto.
Desde hace una semana es posible ver el escurrimiento del caudal en los ríos de temporales, conocido como bajada de la creciente, y una vez que se inunden los bajos en el estado de Campeche y aumente el caudal de estos ríos, la población del campo se ve beneficiada por la presencia de abundante pesca de ejemplares de peces de tamaño regular, así como de camarón.
El cauce de los ríos temporales, que más bien son cuencas hidrográficas, es de corta duración, pues varía de uno a dos meses, sin embargo es esperado por los campesinos, ya que las familias se ven beneficiadas con abundante pescado, y hasta Camarón, aunque este último no es de agrado de todos, por que mencionan que tiene un sabor a tierra.
El escurrimiento de agua en abundancia por estas cuencas hidrográficas, cambia radicalmente la fisionomía de las tierras ubicadas en sus laderas, sin embargo no se ha ideado algún sistema para aprovechar estas aguas en pequeñas represas que podrían ser un alivio para la agricultura y la ganadería, ya que una característica de la península de Yucatán es la ausencia de ríos superficiales, y los que corren son subterráneos debido a la porosidad caliza del suelo.
Ahora se espera que los huracanes que lleguen durante esta temporada, no sean tan intensos y permitan que la selva quintanarroense se reponga después de los estragos causados por los últimos huracanes.