Por Mario Castillo Rodríguez
Los regidores del municipio capitalino se han convertido en serviles lacayos del presidente municipal Eduardo Espinosa Abuxapqui, un personaje de un grueso político con las capacidades de asumir el control en cualquier escenario que le corresponda como servidor público, eso ni qué negarlo.
Sin embargo, aquí lo lamentable es que no existe debate, mucho menos oposición al interior del cuerpo colegiado de cabildo para discutir los temas de interés en Othón P. Blanco, esto convierte al derrotero de la actual administración en un círculo vicioso de complacencias que en el aval de los acuerdos se hace a un lado el consenso para recurrir a negociaciones tras bambalinas, al amañado precabildeo.
Y es que Espinosa Abuxapqui, con la ayuda de su incondicional Jorge Aguilar Cheluja, Secretario General del ayuntamiento capitalino, se han dado a la tarea de meter en cintura a todos aquellos que por un momento pensaron que asumir una dirección o regiduría seria tocar la cima del poder municipal.
Pero en este juego de sumisión y poder, cada quien sabe a lo que le tira. Ahí tiene Usted estimado lector al quinto regidor emanado del agro azucarero, el priista Aarón Renteral Campos, quien ha dejado al olvido los compromisos asumidos en campaña con los hombres del campo para dirigir su arado hacia tierras que en un mañana permitan cosechar un cargo de mayor nivel, la Presidencia Municipal por ejemplo.
Para Renteral campos la regiduría solo es un trampolín, una chamba más por la que recibe unos cuantos centavos, porque su verdadero negocio es el liderato de los productores de caña, puesto en el que a través del coyotaje con los dueños y consorcios azucareros ha encontrado su modus vivendi ($$$), para abonar a ese terruño campirano que hoy se ve reverdecido por la siembra tecnificada y con numerosas cabezas de ganado.
La primera regidora tricolor, Marina González Zihel, también tiene el estetoscopio dirigido hacia Palacio del Poder Legislativo. La doctora anhela ser diputada local, o porque no, alcaldesa capitalina. Y en ese afán no sólo se ha olvidado de su profesión y lejos de velar para cumplir las demandas de los othonenses, se da más a la tarea de salir en la foto para estar vigente en ese escenario que, según sus sueños, algún día le permitirá ser servidora pública de primer nivel a través del mandato popular.
Ni que decir del panista José Hadad Estéfano, décimo regidor que en su carácter de empresario ha dejado atrás la tarea de exigir buenas cuentas -y transparentes- al primer munícipe, para pasar al discurso protagonista ante los medios de comunicación, ya que los negocios bajo la mesa a cambio de su aval en la democracia del cabildo, le dejan más dividendos que” agarrarse de las greñas” con el que fue su rival en campaña.
Abigail Alonzo Barradas, décimo cuarta regidora, ha perdido ese arrebatado actuar que le llevaron a obtener la candidatura por el Partido Verde Ecologista en la contienda donde salió victorioso Eduardo Espinosa Abuxapqui. Hoy demuestra que lo verde lo lleva en la sangre, que aún no llega a esa madurez política que se necesita para ser una oposición que debate y rompe esquemas, que exige resultados en afán de sobresalir gracias al trabajo de compromiso con la sociedad. También se quedó en la raya.
Escudado en la institucionalidad de su partido, el noveno regidor Hassan Villanueva Ortega, deja pasar todo tipo de situaciones, demuestra disciplina pero trabaja en lo suyo. Qué importa que el trabajo como representante popular en el ayuntamiento capitalino sea una simple línea dictada por los grupos que hoy están en uso del poder, pues al final de la jornada algún hueso le ha de tocar, y para asegurarlo, sin hacer bulla mueve desde ya sus estructuras a través de la CNOP, agrupación a la que ve como un simple peldaño para subir, subir, subir y subir, pues lejos de servir, esa es su única meta en el servicio público, y valga la redundancia.
Y así como los antes mencionados, los demás regidores también pasan debajo, con más pena que gloria y bajo el yugo del peso político que encumbra al alcalde Espinosa Abuxapqui. Y no es que las cosas se estén haciendo mal en cuanto al trabajo como primera autoridad, pero los resultados hasta ahora obtenidos, distan mucho de lo ofertado en campaña. Sirva el mensaje.