Chetumal.-Carente de capital y oficio político, en las ultimas semanas se ha visto al alcalde benitojuarense Paul Carrillo de Caceres, mendingando amor por todos los rincones de la perifería estatal.
Y es que no hay evento de relevancia que desperdicie en aras de ganar los adeptos perdidos en su municipio en lo que va de su insulsa y efímera carrera política.
La intención que persigue es motivo de burla del dominio público, ya que buscar la candidatura del PRI a la gubernatura de Quintana Roo resulta irónico cuando no ha podido dar respuesta a la demanda social en un municipio como Benito Juarez.
Hoy, en un «convivio con familias chetumañeñas» se le vio en abierta mendicidad del cariño capitalino, lo cual deja abierta la incógnita de su compromiso por atender problemas como la inseguridad que aquejan a los benitojuarenses, pues su encomienda nada tiene que ver con hacer campaña en la zona sur de Quintana Roo donde nadie lo conoce.