Por: Imelda Hernández.
Chetumal.- Los desperfectos que algunas viviendas presentan en su estructura deben ser reparados por las empresas que las construyeron, así como las instancias que en su momento las adjudicaron como es el caso del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit)) u otras, expresó el director de la constructora Promocasa, Juan Manuel Mercader Rodríguez.
Entrevistado con relación a los problemas que presenta un buen número de fraccionamientos de la ciudad de Cancún en el municipio de Benito Juárez, así como de Solidaridad y Tulum, cuyas viviendas se están cayendo a pedazos y otras más que se encuentran abandonadas por deficiencias en su estructura, debido a la mala calidad de los materiales utilizados para su construcción.
Mercader Rodríguez, aseguró que solamente tiene conocimiento a través de los diversos medios de comunicación de esta situación; sin embargo, recordó que muchos de estos fraccionamientos como “Corales” tienen poco más de 20 años de ser construidos, donde el paso del tiempo ha causado estragos esto si se le suma la presencia de fenómenos meteorológicos de grandes magnitudes y falta de mantenimiento.
El también ingeniero civil de carrera, aseguró que si a esto se le suma material no apto o con muchos años de antigüedad para la construcción de estas viviendas, sin lugar a dudas también son un factor determinante para que estas no estén en óptimas condiciones sin descartar el error humano, debido a que si bien es cierto que Quintana Roo no es un Estado sísmico, si prevalece el problema del salitre que afecta grandemente cualquier tipo de estructura si no se utiliza el material adecuado para la construcción de casas.
En este orden mencionó que las deficiencias que presentan estos conjuntos habitacionales deben ser resueltos por las empresas constructoras y las dependencias que asignaron las viviendas, debido a que las familias que las habitan no tienen culpa alguna de estas irregularidades, asegura que durante los últimos 10 años las reglas del juego han cambiado, ya que ahora son los beneficiarios los que eligen qué tipo de vivienda quieren y en qué lugar, debido a que ya no se les entrega en donde las dependencias las construyen.