A meses de iniciar el proceso federal que culmina en julio del 2015 con la renovación de la cámara baja (diputados), los partidos de oposición al PRI en Quintana Roo, llámese PAN, PRD, PT, Movimiento Ciudadano (MC), Verde Ecologista (PVEM) y Nueva Alianza (Panal), se encuentran en terapia intensiva y el presagió es que, si no se ponen a trabajar o venden la franquicia al mejor postor, entrarán a una fase terminal.
Desde la época del ex gobernador Mario Villanueva Madrid no se veía una oposición opaca, sin brillo y sin candidatos preocupados por ocupar espacios en los medios de comunicación para que la población conociera cuando menos sus nombres y aspiraciones.
Este fenómeno se puede atribuir a varios factores, como por ejemplo: El trabajo permanente y efectivo que hace el PRI en cada uno de los diez municipios; las acciones de gobierno realizadas por Roberto Borge Angulo que son bien recepcionadas por la mayoría de los quintanarroenses.
Pero quizá el mayor de los pecados cometidos por los partidos opositores al PRI fue no saber gobernar cuando la gente les dio su voto de confianza y también, porque que sus principales cuadros políticos solo se preocuparon por asegurar su futuro económico y se olvidaron de que la principal encomienda era satisfacer las necesidades de sus gobernados.
Tanto el PRD como el PAN tendrán su asumir su triste realidad y comenzar a trabajar con nuevos cuadros políticos porque con los que tiene en la palestra seguramente no llegarán a ningún lado, simple y sencillamente porque la sociedad ya no confía en ellos, porque los ven como políticos “chambones”, sí, esos que sólo ocupan el espacio para saciar sus intereses personales y satisfacer sus apremiantes económicas.
Esto resulta una verdadera frustración para miles de jóvenes quintanarroenses que están viendo como la doctrina de izquierda (PRD) y derecha (PAN) se esfuma, dejándoles como única opción al partido de centro (PRI) o cualquiera de sus partidos satélites, como el Panal o PVEM.
El escenario del PT no luce tan complicado como el del sol azteca o blanquiazul, porque es un partido pequeño que en los últimos seis años se ha dedicado a vender la franquicia al mejor postor, tal como ocurre con la de Movimiento Ciudadano (MC).
Ante este escenario, que seguramente se mantendrá así en los próximos años, es casi seguro que tanto las diputaciones federales en el 2015 y la gubernatura en el 2016 serán ocupadas por un priista. Tiempo al tiempo