Por Mario Castillo Rodríguez
Chetumal.-Toda vez que el día de ayer venció el plazo para que los 9 partidos con reconocimiento en la entidad registren ante el Instituto Electoral de Quintana Roo a la persona que les representará en el actual proceso para contender por la gubernatura del estado, el gran ausente fue nada más y nada menos que el partido Movimiento Ciudadano.
El plazo concluyó ayer a las 23 horas con 59 minutos según lo establecido en el Calendario del Proceso Electoral Local 2016, y no hubo quien se registrara por ese instituto político, a pesar de que se rumoraba que le entrarían a la batalla electoral abanderando a la figura del cancunense Antonio Cervera León.
Sin embargo, los demás partidos hicieron lo propio en tiempo y forma registrando el Partido del Trabajo (PT) a Alejandro Alvarado Muro como su candidato a gobernador; el Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) al doctor José Luis Pech Várguez; el Partido Encuentro Social (PES) a Rogelio Márquez Valdivia; el Partido Revolucionario Institucional (PRI), en alianza con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y el Partido Nueva Alianza (Panal) a Mauricio Góngora Escalante; y el Partido Acción Nacional (PAN) coaligado con el Partido de la Revolución Democrática (PRD) a Carlos Joaquín González.
Con lo anterior, queda claro que la participación de Movimiento Ciudadano en esta elección local de Quintana Roo será por demás limitado, aunque no se descarta que en los siguientes días asome las narices para registrar a sus gallos en busca de participar en lo que refiere a diputaciones locales y presidencias municipales.
No obstante, también ha trascendido que la estrategia de MC para no perder su registro como partido, y sobre todo, para no quedar deambulando y sin figuras en el escaparate político quintanarroense, podría sumarse en una “alianza de facto” con el PAN y el PRD, inclinándose hacia el proyecto del ex alcalde solidarense Carlos Joaquín.
Y no es que lo anterior sorprenda, dado que por sí sólo ese instituto político tiene pocas posibilidades para competir cuerpo a cuerpo con las demás fuerzas del estado, por lo que “su salvación” ha sido ser “partido satélite”, girando en torno de quien le dé cobijo y garantice dividendos, por muy infantes que estos sean.
Restará ver cuál será la determinación que “los naranjas” tomen de último momento, porque las horas transcurren, los días pasan, y la hora de la batalla está cada vez más cerca; eso si es que pretenden sobrevivir en este Quintana Roo donde el escenario y el mapa electoral cambian de manera repentina en cada elección, y más cuando se está en juego la Gubernatura del Estado.