Lágrimas de Yaaxché
Quién más que Usted estimado lector, que se encuentra en medio de la guerra de dimes y diretes, viendo como vuelan los reclamos y saltan de inmediato las justificaciones, para generar un juicio responsable de una realidad que hoy –directa e indirectamente- atenta contra el sustento de cientos de familias.
Aunque en escenarios distintos, se repite una historia donde los paganos no son exclusivamente aquellos que tanto lastimaron las finanzas públicas de Quintana Roo, pues las listas de despidos en dependencias y demás organismos del Gobierno del Estado, hablan de empleados que nada tienen que ver con las diferencias políticas surgidas entre los grupos de poder que se encuentran en el campo de batalla.
Si bien la reingeniería de Roberto Borge es recordada como la aniquilación de la clase trabajadora chetumaleña a su llegada al poder, la estrategia de Carlos Joaquín González está causando un mal sabor de boca entre quienes vieron en él un cambio a su situación laboral al interior del Gobierno del Estado.
La represión y el revanchismo hacia los empleados son adjetivos que retumban en las redes sociales, y curiosamente son los mismos que a su antecesor le llevaron a perder la poca simpatía de la cual gozó a su paso por Palacio de Gobierno, y que se hizo presente en las urnas el pasado 5 de junio.
Lo que hoy ocurre es una enorme realidad que va más allá de colores partidistas, pero las nuevas autoridades estatales aseguran que la serie de reclamos vertidos en las redes sociales no son más que una respuesta en relación a intereses afectados.
Argumentan que “la estrategia” es con el fin de acabar con los aviadores, de sacar de la nómina estatal a quienes por años se sirvieron de manera discrecional de ésta, y bravo por eso. Pero las huestes de Carlos Joaquín que hacen limpieza dentro de las oficinas gubernamentales se están llevando entre las patas a quienes “no tienen vela en el entierro” de Roberto Borge y sus nocivos allegados.
Y esta no es una opinión meramente particular ya que así lo expresa la ciudadanía diariamente en las redes sociales. Los números que en ellas se exponen hablan de cerca de 2 mil personas despedidas a la fecha, mientras el Oficial Mayor del Gobierno del Estado dice que escasamente llegan a 200 los despedidos.
Válido es que el nuevo gobierno acomode en ciertos espacios a quienes se partieron el lomo en campaña e incluso fuera de ella, como tan acertado es que quienes “ya mamaron” tengan que pasar a la historia; pero eso no justifica que se lastime la estabilidad económica de terceras personas.
Queda pues en Usted Respetable Lector generar juicios y manifestar opiniones. En Usted que diariamente nos brinda el favor de su preferencia, y que sabe lo que cuesta llevar el pan a la mesa para compartir entre familia.
Muchos de los que hoy están siendo afectados con esta serie de despidos, son precisamente los que no han alcanzado a tocar la mano de Dios, pero también son aquellos que jamás hicieron pacto con el diablo.