Hace días comentamos sobre la presencia de un extraño sujeto en las oficinas de CAPA, cuya siniestra figura con tatuajes y la eterna compañía de su mascota, un xoloitzcuintle que se orina hasta en los escritorios.
Pues bien, pobres trabajadores de ese organismo que ahora se tienen que aguantar también los desplantes de Jessica Mejía, mujer que por años ha sido déspota y bravera con sus compañeros, pues se sentía protegida por el priista Pedro Flota.
Pues ahora bien, la mujer se presenta a laborar también acompañada no de un xoloitzcuintle, sino de su marido, quien no sólo se conforma con meterse sin razón alguna hasta las oficinas de CAPA, sino que se va de “coliche” con su mujer a sus labores de campo, es decir, junto con ella va verificar tomas, fugas de agua y todos los registros relacionados con las tomas domiciliarias.
Se sabe que el marido “trabaja en el Congreso”, aunque no se sabe a qué hora, pues siempre anda pegado a su mujer.
En CAPA no se atreven a decirle nada porque la mujer es brava, nos preguntamos ahora si en la Legislatura podrán obligar al celoso marido a que cumpla su horario.
Algunos funcionarios del gobierno del cambio no han entendido nada de la mística del servicio público y lejos de eliminar las prácticas de antaño de las que ya está cansada la ciudadanía, salieron peores, como el director de Protección Civil estatal, Adrián Martínez Ortega, quien necesita la ayuda de un secretario particular para que lo mantenga “al tanto” de sus citas, de sus compromisos laborales, le prepare su café.
Los antecesores de este aprendiz no necesitaban de ayudantes. Atendían sus asuntos sin mayor trámite y de inmediato.
Ahora resulta que para que Adrián Martínez Ortega pueda atender a alguna persona, digamos en Chetumal, primero hay que agendar una cita con su “guachoma”, Fernando Rosas cuyo número celular 984 138 51 57 no corresponde a esta ciudad. Y en ese contexto hicimos el experimento de agendar una cita desde hace más de 10 días. El “guachoma” quedó muy formal de confirmarme la cita. Pues hasta el día de hoy nada y como lo queríamos para que nos diera el pronóstico del tiempo, pues ya valió porque para cuando nos atienda ya sólo podrá informarnos del clima de verano.