*Al olvido y con riesgo de acabar en chatarra la Planta Potabilizadora de Agua del Km. 19
*Costoso proyecto en el que Félix González Canto desvió millones de pesos
*El trabajo de Paula González Cetina, también le abona a la irresponsabilidad
Cual codiciada piedra preciosa, gracias a las millonarias cantidades de recursos que se mueven para infraestructura y por concepto de pago de servicios por parte de los usuarios, la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA) ha sido blanco de tiranos e irresponsables que, al cobijo del poder han hecho de la paraestatal su caja chica, y uno de los más despiadados fue el ex gobernador Félix González Canto, quien puso al frente de la dirección general a sus afines para desviar las carretadas de dinero que hoy conforman sus haberes económicos.
Siempre y en todo momento, los achichincles en turno buscaron los cauces óptimos para el desvío de recursos. Y mientras simulaban obras y acciones en beneficio de la sociedad, se servían con la cuchara grande incluso robándose unos a otros sin importar lo lacerante que en un futuro esto resultara a la sociedad.
Un claro ejemplo del carroñero saqueo, puede verse hoy en la Planta Potabilizadora de Agua situada en el kilómetro 19 del tramo carretero Chetumal-Bacalar, obra que fue puesta en marcha en el año 2007 durante el gobierno del maquiavélico rey del bisne Félix González Canto, por un monto que rebasaba los 100 millones de pesos -provenientes del programa federalizado “Agua Potable y Saneamiento a Zonas Urbanas” (APAZU)-, y que sería en beneficio de más de 280 mil habitantes de Chetumal y comunidades como HuayPix, Xul Ha, Subteniente López, Juan Sarabia y Calderitas; lo cual resultó en un completo fraude, como todo lo que estuvo a su paso.
Dicha infraestructura, hoy no es más que un cúmulo de fierros con miras a convertirse en chatarra ya que el proyecto original consideraba el intercambio iónico para la potabilización del agua, el cual consiste en la remoción de las partículas de calcio y magnesio mediante grandes cantidades de sal, método que resultaría por demás costoso para su operación. Desde luego, aquí se presentaba otra oportunidad para “el acarreo de agua” al molino del ex mandatario.
Y por si el fraude económico no era suficiente, durante la primera etapa se perforaron dos pozos para extraer agua salada pero la cantidad de sales encontrada no fue suficiente para remover las sustancias disueltas en el agua, lo que dio como resultado un total fiasco y hasta la fecha nadie ha tomado cartas en el asunto para poner en marcha dicha planta.
Y esta melodía de dejadez, omisiones e irresponsabilidad, es la que mantiene postrada en la comodidad de la silla mayor de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado a Paula González Cetina; quien es incapaz de buscar los cauces para que el factor agua tenga el empuje necesario en la zona sur de Quintana Roo, y logre así cubrir la demanda social aún latente.
Es lamentable apreciar que con total falta de iniciativa, la Directora General de CAPA se suma a los deplorables personajes que han encabezado esta dependencia omitiendo responsabilidades que en cifras y números reales significan millones de pesos tirados a la basura; todo esto a cambio de no complicarse la existencia y encabezar así la continuidad de la ineptitud y dejadez, mientras se goza de un generosos sueldo, mismo que ha sido adaptado a modo.
Hablando en específico de dicho proyecto que hoy se encuentra en abandono, y que vagamente tuvo la intención de ser retomado por su antecesor José Alberto Alonso Ovando, González Cetina ni siquiera se ha tomado la molestia de voltear la mirada hacia dicha infraestructura que hoy se encuentra en abandono y en riesgo de perderse como muchas otras infraestructuras de dicha dependencia que no son del interés de González Cetina, pues lejos de representar una obra con atractivos monetarios (diezmos, desvíos de recursos y cifras infladas), es un reto que a simple vista dista mucho de ser de las capacidades de la otrora Coordinadora Administrativa y Financiera.
Es evidente que, una vez encontrado un cómodo “modus vivendi”, Paula no pretende desviar su aterciopelado derrotero para atender la demanda social del vital líquido, ya que eso implicaría “desatender el negocio” y desde luego “dejar escapar los bisnes” que en un presente le permiten una vida de excesos, y que por ende, asegura la estabilidad económica a futuro, aunque la encomienda puesta en sus manos quede en segundo término.
Faltará ver pues sí, ante tales omisiones, el agua que suministra actualmente la CAPA es apta para el consumo humano y contiene la cantidad de cloro residual que marcan la NOM-127-SSA-1994 de la Secretaria de Salud y las normas de instituciones como la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), pues de lo contrario su Directora General aparte de trabajar colgada de la hamaca; estaría poniendo en riesgo la vida de cerca de 300 mil habitantes, y eso hablando únicamente de la zona sur de Quintana Roo.
Sabrá Dios -si es que así lo hacen- en que condiciones operan las demás plantas potabilizadoras de la Entidad, pues al menos la mencionada no es más que letra muerta y millonadas de dinero tirados a la basura.
Situación similar es la que priva en las Plantas de Tratamiento de Aguas Negras, que al menos en la capital del Estado sólo sirven para proliferar los malos olores en las colonias donde están situadas, ya que éstas también son presa de la irresponsabilidad de la Directora General.
En nuestra próxima entrega, daremos cuentas del deplorable estado en que se encuentran por ejemplo las plantas de tratamiento de Mahahual y Bacalar; siendo este último organismo operador el templo donde el insaciable ex diputado Eduardo Ic Sandy ha sembrado sus reales, y al igual que Paula González Cetina, no ha dado golpe que hable de un trabajo en pro de sacar a flote el factor agua en Quintana Roo.