Chetumal.-A pesar que sus hijos (dos) ya terminaron sus respectivas carreras educativas, Javier Villanueva Madrid se aferra a la presidencia de la Sociedad de Padres de Familia en Quintana Roo, posición que ha ocupado en los últimos 18 años y por la cual recibe una jugosa compensación de 18 mil pesos mensuales por parte de la Secretaria de Educación Pública, así como un vehículo y el pago de telefonía celular.
Resulta obvio que los legaloides mensajes expresados en contra del paro escolar y denostando la marcha de los maestros los realiza para defender la “dieta económica” que recibe por parte de la administración pública.
De igual forma, ahora los verdaderos padres de familia se explican el por qué nunca ha defendido o querido encabezar las manifestaciones contra el cobro de las cuotas escolares, simple y sencillamente porque es un empleado más del sistema.
Pero lejos de lo que expresen los iracundos padres de familia y sociedad en general, el mismo Javier Villanueva debería hacer una auto evaluación de su actitud para saber si en verdad debería ocupar esa posición, porque si admite que solo lo hace por la “limosna” que recibe y por la cual ahora la titular de la SEQ, Sara Latife lo llama un “muerto de hambre”, entonces debería quitarse los apellidos de tan honorable familia chetumaleña.
Aprovechando el momento en que está de moda el tema educativo, esto con lo de la reforma y el plantón de maestros, justo sería escuchar a Javier Villanueva entregar la estafeta, aunque resultaría asombroso porque carece de auto estima, no cuenta con un ápice de honorabilidad u honestidad, es un simple títere vividor del sistema cuyo sueño guajiro es ver que su engreído hijo Hassan Villanueva –hoy regidor de OPB-, se convierta en Gobernador de Quintana Roo, como lo hizo su hermano, Mario Villanueva.