Por Mario Castillo
Chetumal.-No cabe duda que lo que más ha lastimado a la sociedad quintanarroense es la voracidad desmedida de politicos como el ex gobernador Félix González Canto, que no conforme con haber multiplicado la deuda pública de Quintana Roo y heredarnos un oscuro personaje como su sucesor Roberto Borge Angulo, ahora pretende que el Gobierno del Estado le siga pagando su servicio de escoltas.
Esto porque el ex mandatario solicitó al Gobierno del Estado extender la protección personal que recibe con cargo al erario público desde hace sies años a través de la Secretaría Estatal de Seguridad Pública, y que consiste en 12 elementos de la Policía Estatal Preventiva, armamento y equipo de radio comunicación.
En la opinión del diputado presidente de la Comisión de Seguridad Pública de la XV Legislatura, Jesús Alberto Zetina Tejero, es un insulto para el pueblo quintanarroense que el actual Senador de la República, con una posición y un sueldo privilegiados, y una solvencia economica ganada a base de malos manejos y endeudamiento del Estado, hoy tenga el atrevimiento de solicitar una ampliación de ese beneficio del que ha gozado durante seis años.
«Ya basta de esas escoltas que más bien son servidumbre disfrazada para los ex funcionarios y sus familias, el llamado es a que sean congruentes con la situación económica que atraviesa Quintana Roo gracias a malos gobiernos como el del propio Félix González y quien le sucedió en el cargo; si no ayudan que tampoco estorben», sentenció el Legislador de origen cozumeleño.
Y en este sentido, agregó que analizarán un Punto de Acuerdo para someter a consideración del Pleno enviar un Exhorto al Gobierno del Estado para que no le sean dados más privilegios a ex funcionarios de cuestionada carrera política.
Por su parte, el presidente de la Gran Comisión de la XV Legislatura del Congreso local, señaló que no existe justificación alguna para que el Estado siga pagando escoltas al ex gobernador de Félix González Canto.
«No hay nada que obligue al Estado a seguir pagando sus escoltas, la Ley es muy clara y ya concluyó la obligación que tenía el Estado de seguir prestándoles ese servicio», acentuó Martínez Arcila.
Ante tales opiniones, es claro que la incongruencia del ex gobernador ha rebasado los límites, más aún con todos los negocios que logro amasar a su paso por la silla mayor de Palacio de Gobierno, y que se robustecieron durante la administración de su pupilo Roberto Borge Angulo, sobre el que hoy pesan toda una serie de denuncias asociadas con la corrupción y desvío de recursos públicos.