Por Mario Castillo Rodríguez
Sin duda dentro de la XIV Legislatura del Congreso del Estado existen figuras que destacan por su trabajo comprometido y dedicado al generar el bien común entre las y los quintanarroenses, en todos y cada uno de los sectores sociales; pero también existen personajes que a lo lejos se hacen notar por esa sobrada ineptitud que de igual manera evidencia el desperdicio de una oportunidad histórica.
“El que nace para maceta no sale del corredor”, suele decir la abuela con acertada razón; y en esta filosofía del folklor mexicano encaja a la perfección el perfil del diputado por el Partido Verde Ecologista de México, Pablo Fernández Lemmer Meyer, quien en su ocio de jugar a la política va dejando una estela de sinsabores, producto de su rebosante torpeza e inoperancia como legislador.
A un año de haber llegado por la vía plurinominal al Congreso local su presencia en nada ha abonado al quehacer legislativo, y este es un tema que el mismo diputado reafirma al aceptar que en estos 12 meses apenas ha logrado aterrizar una triste iniciativa en materia de deporte, que por cierto se encuentra en la congeladora de la sala de comisiones, y sin fecha para ser sometida a análisis ya que ésta es una aberrante pifia que no logra llamar la atención de los demás legisladores.
Lamentable es que una persona sea inepta, como lamentable es que sea disfuncional y valemadrista, pero si estas cualidades se conjugan aterrizan en un tipejo como “el Verde Pablito” que a unos días de haberse cumplido los tiempos para hacer la entrega de su informe de labores legislativas asegura ya haber hecho lo propio.
Y eso no es lo cuestionable, lamentable es que él mismo declaró a este servidor no sólo que en el año que se informa tan sólo ha sido capaz de presentar una pírrica iniciativa, sino que asegura no tener ninguna otra en puerta, ni mucho menos algo que le abone a su deplorable trabajo como diputado quintanarroense.
Ahora bien, presume haber hecho entrega de su informe de “la manera más novedosa”. “Ecológica, lo hice en CD para evitar toda la impresión”, aseguro “el Verde Pablito” al referirse a un informe que de acuerdo a su labor legislativa no tomaría más que cinco simples hojas de papel, siendo estas menos nocivas para el medio ambiente que un disco compacto; que desde luego no ocupó ni la mitad de su capacidad ante lo diminuto de su función en la XIV Legislatura.
Y es que en su ‘jale’ como diputado, “el Verde Pablito” hace uso de su homólogo -de partido y bancada, y sabrá Dios que otras cosas más-, para reposar sus responsabilidades ya que al ser abordado en el Pleno Legislativo de Sesiones para que nos hablara respecto a la fecha en que entregaría su informe, fue enfático al señalar: “el diputado Remberto lo va presentar el día 12 y yo el día 11 (de octubre). Estamos viendo, yo ya entregue el mío y el diputado Remberto también hará lo propio; estamos viendo si lo hacemos de manera pública, es decir un evento con la gente”.
Esto evidencia la inseguridad del nobel y verde legislador, que a leguas expone su desinterés por los temas torales de la sociedad; mucho menos cuando éste desconoce el concierto social viviendo en las esferas de la aristocracia, y jugando a político cuando el tema de moda para este personaje es el glamour, la fiesta y el elitismo.
La realidad es que “el Verde Pablito” no está acostumbrado a trabajar, al menos no en el mundo en que se mueve, y del que baja para levantar la mano en la curul a cambio de unos pesos que le otorguen acceso a los grupos de élite; y eso todo mundo lo sabe, no se puede tapar el sol con un dedo.
Pero “para que la cuña apriete tiene que ser del mismo palo”, y para eso está su pareja legislativa –Remberto Estrada Barba-, con quien acostumbra compartir el poder al viajar mayormente por aire para sentirse en su ambiente, pues los autos para ellos es como andar a pie. Lo lamentable es que al día de hoy sus excesos como políticos van con cargo al erario público, al fin de cuentas ‘el pueblo paga y se ríe’.
Queda pues a juicio de nuestros lectores el trabajo realizado hasta la fecha por “el Verde Pablito” al interior de la XIV Legislatura. Restan dos años y lo más probable es que se aviente una por cada uno de éstos, para justificar la chamba, empero difícil es pues otorgarle el beneficio de la duda pues sus palabras no nos deja mentir ya que al preguntarle: ¿No existe alguna otra iniciativa, algún otro trabajo que tengas en puerta por presentar?, éste contesto en forma soberbia y a la vez lamentable: “No, no por el momento”.