Contrario a lo que sucedió con su tocayo Eduardo Ovando Martínez que luego de no alcanzar la candidatura del PRI a la gubernatura perdió su capital político, para Eduardo Espinosa Abuxapqui las cosas pintan de otra forma y a base de trabajo continúa acrecentando su fuerza política entre miles de quintanarroenses.
Y no es para menos, porque el “Tiburón del Sur” es el único político que tiene Quintana Roo en su corta historia como Estado Libre y Soberano que ha estado en constante escrutinio público, porque ha participado en tres campañas proselitistas, primeramente para ser presidente municipal en el 2002, posteriormente para diputado federal en el 2006 y ahora en las elecciones de julio pasado y por ende sabe las cosas que debe hacer para no fallar a la población que confía en él.
“Movimiento más Movimiento”, su lema o slogan que llevará como estandarte durante su segunda estancia como presidente municipal de Othón P. Blanco, será la punta de lanza de Espinosa Abuxapqui para mostrar sus dotes, no sólo de político sino también de administrador, para sacar del bache al municipio que esta ahogado en deudas.
Está consciente que no posee una varita mágica para solucionar la problemática financiera de la comuna capitalina, pero confía en su experiencia para encontrar soluciones a la mayoría de los desaguisados que se deberán resolver, por lo pronto ya comenzó a “tender puentes” con dependencias federales.
Acciones prioritarias como seguridad pública, alumbrado público y pavimentación de calles ya son gestionadas desde meses antes de asumir la encomienda, aunque sabe que el principal obstáculo que debe brincar será el financiero.
Pero las reuniones que desde ahora celebra Espinosa Abuxapqui para mejorar los servicios públicos para los pompeyenses no sólo se perciben como tal, es tal el “hueco político” que se tienen en el sur de Quintana Roo que algunas de estos compromisos los ven como un acercamiento político.
Como por ejemplo la reunión que sostuvo el viernes pasado en un restaurante de un céntrico hotel de Chetumal con el ex gobernador, Joaquín Hendricks Díaz, a quien busca aprovechar para que OPB tenga mayores apoyos en materia de seguridad.
Aunque los politólogos no están convencidos de tal fin y mucho menos aceptan que fue fortuita la llegado de Luis Contreras Castillo, empresario local y a quién se le conoce como el líder moral del grupo político de los “Cocobichos”, porque existen los ingredientes para pensar o suponer que se trata de algo mucho más que una simple convivencia.
Y obviamente no tiene nada de malo, incluso es bien visto, porque se confirma la intención que tiene Espinosa Abuxapqui de continuar ascendiendo en la esfera política de Quintana Roo, pero ahora, contrario a lo que sucedió en el 2010, cuenta con el respaldo de dos ex gobernadores (Joaquín Hendricks Díaz y Félix Arturo González Canto), además del apoyo del mandatario en turno.
Porque es casi un hecho que goza de la simpatía del Gobernador, Roberto Borge Angulo, quién no sólo dio su aval como priísta para que Espinosa Abuxapqui fungiera como presidente de la Gran Comisión en la XIII Legislatura del Congreso del Estado, sino que también, avaló su candidatura para competir por la presidencia municipal de Othón P. Blanco.
Y como se están acomodando las cosas, con el prematuro destape de Carlos Joaquín González para relevar a Borge Angulo en la gubernatura en el 2016, no suena descabellado que la apuesta del grupo en el poder sea por Eduardo Espinosa Abuxapqui, porque además de ser un producto vendible, cumple con la histórica repartición del poder que existe entre el norte y sur de Quintana Roo, la cual es de tener dos gobernadores seguidos (comenzó con Mario Villanueva y Joaquín Hendricks, así como con González Canto y Borge Angulo).
Pero independientemente de las apuestas y respaldo que recibe Espinosa Abuxapqui, los números obtenidos en las casillas hablan por sí sólo, porque en cada una de las tres elecciones que ha participado tiene aristas, por ejemplo los más de 46 mil votos que obtuvo en la primera, los 60 mil en la segunda y en la última, no perdió ninguna de sus casillas, esto habla por sí solo de su poder de convencimiento y de la popularidad que goza entre los quintanarroenses.
Y como reza una frase de una popular canción: “Eduardo Espinosa no anda muerto, anda trabajando…