Chetumal.-“El sector cañero, es un sector improductivo, es un sector en el que nada más se benefician unos cuantos, y si por el contrario desfavorece a los verdaderos productores de caña de azúcar”, incriminó el Décimo Tercer regidor capitalino, Federico Hernández Amador.
El Concejal, destacó que desde años atrás esta práctica -donde los de arriba se benefician gracias al trabajo de los de abajo-, ha sido una constante en el ingenio azucarero “San Rafael de Puc-Te”.
“Han sido poco los años, las temporadas en que verdaderamente han salido beneficiados los productores, pero esto no ha sido mayor a cinco años ya que generalmente los beneficiados son los que tiene el control de todo”, dijo Hernández Amador, refiriéndose de manera indirecta al dirigente de la Unión Local de Productores de Caña de Azúcar (ULPCA), Aarón Renteral campos.
“Ahora bien, si tomamos en cuenta el precio de los fertilizantes –que en su mayoría están caducos-, insecticidas de mala calidad, así como prestamos impagables que les son otorgados al inicio de la temporada; al final de cuentas aquellos productores que cultivan no más de 20 toneladas de caña al año no tiene ninguna utilidad ya que todo se queda a medio camino y en manos de los que tienen el control”, sentenció el concejal del ayuntamiento de Othón P. Blanco.
“El que logra cosechar 20 toneladas por año no logra una ganancia mayor a 25 mil pesos, y eso -si se compara con los meses que lleva el proceso de siembra, fertilización y cosecha-, no significa nada en cuestiones de utilidad, es tiempo perdido para el productor”.
“Es así como el pequeño y mediano productor jamás logra sacar sus deudas. Es mucho lo que tienen que pagar, y lo que producen no les alcanza también por el bajo costo del producto”, agregó. Los prestamos los hunden”, agregó.
Por último, el Concejal lamentó que lejos de buscar beneficios para los productores de caña, la Confederación Nacional de Productores Rurales (CNPR), y la Confederación Nacional Campesina (CNC), a cargo de Gabriel Rivas Canul y José Alfredo Ramos Tescum, respectivamente, sólo se han encargado de utilizar a los cañeros para favorecer al sistema en tiempos electorales, en lugar acercar los programas y apoyos que tanta falta hacen hoy a los productores de caña.
“Es todo un monopolio, y eso siempre ha sido entre la CNPR y la CNC para buscar votos, para favorecer al sistema”, puntualizó Federico Hernández Amador.