“Ni crean que aceptaré esa mierda de Subsecretaria que me ofrecen. Yo soy un político consolidado que merezco una posición de primer nivel y Beto Borge –no el señor Gobernador- sabe de mi capacidad”, palabras más o palabras menos fueron expresadas por el nefasto Andrés Ruíz Morcillo cuando fue notificado que su nuevo puesto era Subsecretario de Hacienda, es decir, queda como empleado del titular de la Secretaría de Hacienda (SH).
Bien cita el refrán que tarde o temprano el agua regresa a su nivel y Ruíz Morcillo, que por amiguismo, compadrazgo y corruptelas ocupó la dirección general de Capa; la presidencia municipal de Othón P. Blanco y hasta medianos del presente mes fungió como secretario de la Seplader, ahora tiene un puesto de “segundo nivel” del cual debe sentirse satisfecho porque hasta ese puede quedarle grande.
En verdad que este “Pan sin sal”, perdón, nuestro flamante político Andrés Ruíz debería darle las gracias a Félix González Canto, su “padre político”, por continuar en la administración pública, porque no goza de la confianza y amistad del Gobernador Roberto Borge Angulo, y no es para menos, porque el círculo cercano del mandatario estatal saben de las trácalas del citado cuando despachó en palacio municipal, en caso específico, el convenio de las lámparas Led´s.
Ruíz Morcillo, así como otros politiquillos como por ejemplo la ex titular de la Secretaría de Cultura, Lilian Villanueva, deben aceptar las Subsecretarias que les ofrecen, porque en verdad no representan nada para el actual grupo político, el cual ya se dio cuenta que no representan a los políticos del Sur como engañosamente hicieron creer.
Ni duda cabe que Andrés Ruíz es un malagradecido, un ingrato carente de un ápice de honorabilidad o respeto por quien o quienes tendieron la mano para figurar en el ambiente político, un sueño o anhelo para él cuando era un simple e insignificante burócrata.
Pero resulta bueno que desde ahora saque a relucir sus mañas, fobias, odios o rencores que tiene contra quienes piensan contrario a su ideología o se anteponen a sus ambiciones personales. En verdad habrá que darle las gracias a quien tuvo los tamaños para bajarlo de su nube.
Porque era más que urgente que Ruíz Morcillo se diera cuenta que su “galáctico” sueño por ser Gobernador de Quintana Roo sólo existía en la alcoba que comparte con su distinguida esposa, bueno creemos que sólo con ella comparte una cama.