Chetumal.-Fundada a inicios de los años 80, con ya 34 años en el mercado de la música, la Discoteca Ramírez está a punto de cerrar cortinas a causa de la descendente demanda de música grabada en discos, esto como producto de la alarmante piratería y la expansión del Internet.
Ubicada sobre la calzada Veracruz frente al mercado Lázaro Cárdenas, mejor conocido como el “Mercado Nuevo, esta casa de música vio sus mejores momentos en las décadas de los 80’s y 90’s, cuando aun existían los discos de vinil, para después dar paso a la era del Disco Compacto, siendo esta etapa de transición la que dio el primer golpe a los expendios de música ante el nacimiento del oscuro ente de la piratería.
Y esto lo pudimos constatar en una amena plática sostenida con la propietaria de Discoteca Ramírez, Georgina Solís de Ramírez, quien narró que para ese entonces, cuando ella y su esposo dieron vida a su negocio, habían más tiendas de música como Disco Mundo y Golden Music, “y a todos nos iba bien, fue una de las mejores épocas, había para todos porque la gente de todas las edades compraba sus discos para escuchar en la casa o en el auto”, dijo.
“Desgraciadamente las cosas empezaron a decaer cuando empezó la piratería de los discos compactos, y ahí empezaron a cerrar las demás discotecas, pero el tiro de gracia fue la llegada del internet a los hogares, fue cuando los demás desaparecieron. Es verdad que nos quedamos sin competencia, pero nuestras ventas también se fueron a pique”, sostuvo la señora Georgina.
“Hoy, comparado con aquellos años dorados –como solemos llamarles mi esposo y yo cuando recordamos en nuestras charlas- difícilmente nuestras ventas alcanzan un 10 por ciento, las cosas están muy complicadas pues para la gente es más fácil bajar música de internet y transportarla a través de sus dispositivos USB. Es más, hoy hasta en los teléfonos ya se puede hacer eso, y por eso las personas lo prefieren para no gastar en discos”, lamento la Empresaria disquera.
Asimismo, destacó que para poder sobrevivir han tenido que recurrir a la venta de otros artículos como ropa casual y otras novedades, para poder sacar el sueldo de los únicos dos empleados que le quedan, así como poder cumplir con el pago del Seguro Social, Hacienda, municipio, y demás obligaciones.
“La realidad es que la estamos pasando muy mal. Si bien es cierto que también participamos en la venta de boletos para eventos masivos de grupos musicales que llegan a Chetumal, esto sólo nos sirve por la publicidad que los organizadores nos ofrecen de manera gratuita, no nos deja ni un peso de ganancia”, agregó.
Sin embargo, dijo que aún hay gente que gusta por la música grabada en discos y eso les permite vender cerca de 20 unidades por semana para irla pasando y sacando -de manera apretada- los gastos, ya que el costo de éstos desde los 75 hasta los 280 pesos dependiendo del tipo y actualidad de la música.
“Lamentablemente no podemos abastecernos tanto de discos de lanzamiento reciente, ya que a la fecha solo contamos con una empresa que nos provee ya que estas también han ido desapareciendo con el paso de los años, aparte de que por las pocas ventas tampoco tenemos para invertir en material”, acentuó la preocupada comerciante.
“Es más, quisiéramos comprar equipo para poder vender música digital pero no tenemos capital, y no hay nadie que nos ayude, nadie nos da la mano”, abundó.
Por último, la Georgina Solís de Ramírez señaló con profundo sentimiento: “No sé cuánto le queda de vida a esta discoteca que levantamos mi esposo y yo, y que es la única que hoy sobrevive en Chetumal, pero lo que sí puedo asegurar es que difícilmente veremos concluir este 2015. Estamos a punto de cerrar cortinas”.