Los dirigentes que mueven los destinos del PAN en Quintana Roo resultaron iguales o peores que los antiguos priistas, ya que con base a engaños y golpes bajo la mesa, se apoderan de los cotos, prebendas ó migajas, que gracias a la “partidocracia”, ha obtenido Acción Nacional, porque no tienen la capacidad de ganar una elección en las urnas.
La ambición desmedida que tiene Eduardo Martínez Arcila, dirigente estatal del PAN, quien es “asesorado” por Patricia Sánchez Carrillo y Juan Carlos Pallares Bueno, ambos tildados de vividores de la franquicia azul, están provocando un sismo al interior de la agrupación que difícilmente puedan corregir antes de la elección local del 2016.
El miope de Martínez Arcila, quién se pavonea al decir que será diputado en la XV Legislatura porque ocupará la primera posición de la lista de plurinominales, cosa que dudamos porque si aplican la nueva Ley Electoral, la primera debe ser para una mujer, logró su objetivo se “tumbar” a su acérrimo adversario, Sergio Bolio Rosado de la coordinación de la fracción en la actual legislatura.
Y no se trata de menospreciar la capacidad de la diputada Perla Cecilia Tun Pech y mucho menos dudar de su ideología, pero consideramos que el paquete le quedará grande, porque hemos visto que cada vez que no le salen las cosas se encierra a llorar en su oficina o anda acusando a sus detractores.
Pero en fin, ojalá la dirigencia nacional del PAN tome cartas en el asunto porque no sólo se trata de buscar defender ideología partidista, sino, nos suponemos, avanzar como partido político, defender los intereses de los quintanarroenses para convertirse en una buena y verdadera opción de gobierno, pero dudamos que de esa forma lo vean la dirigencia estatal, la cual cuenta los años, meses, semanas, días, horas y minutos para acceder a las canonjías del poder.
Dónde anda el diputado “guerrillero”, Hernán Villatoro
Tal parece que al novel diputado petista y quien presume ser de “izquierda”, Hernán Villatoro Barrios, le han llegado al precio –otra vez- en la XIV legislatura del Congreso del Estado, porque de buenas a primeras se niega a dar entrevistas para opinar sobre iniciativas enviadas por el Ejecutivo Estatal.
Qué enorme diferencia existe entre el “guerrillero” diputado Hernán Villatoro de septiembre del 2013, al que hoy vemos deambular por los pasillos del Poder Legislativo y quién mal ocupa el enorme privilegio de tomar la tribuna legislativa para recordar pasajes de la larga o amplia historia de México.
¡No amigo diputado Villatoro!, usted discúlpenos, pero no estamos –como la mayoría de los quintanarroenses- con la sumisión que desempeña la encomienda, porque se supone que usted y su compañero, perredista, Jorge Aguilar Osorio, son la verdadera oposición en la actual legislatura.
No queremos mal pensar, pero por su actitud y pasividad presumimos –ojalá estemos equivocados- que usted ya se vendió y negociado favores políticos.
La diputada Berenice Polanco, enredada con su propia “telaraña”
Peor que “pinocho” resultó la diputada Berenice Polanco Córdova, quien en un principio negó la implementación de nuevos impuestos en el municipio de Benito Juárez, pero luego aceptó que sí habrá, pero serán “chiquitos”.
Grosso o monumental error cometido por la aspirante a ser candidata del PRI a la diputación federal del III Distrito, porque si algo no perdona la gente es que se metan con su dinero y familia, y Berenice Polanco se metió con el bolsillo familiar.
No había necesidad de “tender una cortina de humo”, como ella intentó en un principio, lo ideal hubiera sido que sí, que es una necesidad adecuar la tabla catastral y rediseñar el cobro de impuestos en regiones y súper manzanas en Cancún, pero no lo hizo, actuó como tal pilla, lo negó todo, pero como la verdad siempre se conoce, no le quedó de otra que reconocer su yerro.
Ojalá Berenice Polanco tuviera un poquitito de “tacto político”, del que tenía de sobra su padre, Jorge Polanco Zapata, para no cometer este tipo de pifias, porque en una verdadera justa electoral ya estuviera fuera de la jugada.
Como siempre, el diputado Filiberto Martínez y su fanfarronería
En verdad que el siniestro diputado Filiberto Martínez Méndez, de quien la gente señala de haberse robado mucho dinero cuando fungía como presidente municipal de Solidaridad, ocupa su tiempo para llamar la atención y no para hacer trabajo legislativo.
Su protagonismo raya en la intolerancia, varios de sus compañeros y compañeras ya no soportan su egolatría que derrapa en cada uno de sus movimientos como secretario de la mesa directiva.
Son tantas sus ganas de llamar la atención de los reflectores que le vale un sorbete decir pendejadas tras pendejadas, como las que hizo hoy.
En primera buscó mofarse de Maribel Villegas Canché, a quien preguntó si podía ayudarla cuando esta se levantó de su asiento para deliberar un asunto con el director jurídico del Congreso del Estado. Luego llamo, en dos ocasiones, la atención a Hernán Villatoro por no responder adecuadamente su postura sobre iniciativas.
Pero llamó más la atención cuando sometió a votación la aprobación de los decretos para autorizar refinanciamientos y en los dos primeros, se auto emitió votar en primera instancia, para luego decir. “Perdón no vote…Martínez de acuerdo”.
Así o mayor protagonismo. A qué mi diminutivo diputado chiapaneco que busca mofarse de colegas y de los quintanarroenses.
Tan caro venden su “amor”?
A San Judas Tadeo se persigna tanto el empresario del transporte urbano (Equipos Ecológicos y Maquinaria Municipal SA) de Chetumal como autoridades del municipio de Othón P. Blanco para que la comisión de transporte en la XIV Legislatura apruebe la solicitud de ampliación de la concesión a 10 años.
Pero las cosas no pintan sencillo, porque mientras diputados que integran la comisión argumentan que no han entregado varios papeles, los solicitantes han vociferado que “alguien” pidió una remuneración económica a cambio de la aprobación.
Será verdad? Habría que preguntarle al diputado, Mario Machuca Sánchez, sí en verdad él o alguno de sus colegas pidieron 5 millones de pesos a cambio de aprobar, ipso facto la propuesta.
Juan Pedro Mercader, un policía misógino?
De la docena de funcionarios de la administración pública que acuden a comparecer ante los diputados de la XIV Legislatura, con motivo de ampliar el III informe de Beto Borge, sin lugar a duda que el encargado de la Secretaría de Seguridad Pública, Juan Pedro Mercader Rodríguez, se lleva la estatuilla dorada.
Resulta que para el novel e inexperto “policía”, en Quintana Roo y de manera especial, en Chetumal, no hay problema con la delincuencia, que los delitos van a la baja, pero lo peor, lo cuestionable es cuando asegura que delitos intrafamiliares no existen.
En verdad que Juan Pedro resultó un verdadero misógino, quizá sea un hombre que detesta a las mujeres, pero no por eso debería decir tremenda sandez, porque los números son fríos ó al menos eso asegura el director de la Policía Municipal en OPB, Gumersindo Jiménez Cuervo, quien resaltó que cada fin de semana, golpean a más de una docena de mujeres por sus maridos.
Es una lástima que este chetumaleño, que dice ser de “buena madera” aspire a ser ratificado como mandamás policiaco en Quintana Roo.