Menudo problema tienen en mano los integrantes de la Gran Comisión de la XIV Legislatura del Congreso del Estado, ya que varios de los diputados suplentes no reúnen el perfil de la comisión que presiden.
El caso que llama más la atención es sobre la diputada suplente, Natalia Natividad Cruz Lara, quien hoy rindió protesta y en automático se convierte en la presidenta de la Comisión de Justicia de la XIV Legislatura.
Sí leyó usted bien, ella, una líder de colonia que no estudió una carrera de Leyes y mucho menos cuenta con una preparación académica acorde a su nueva responsabilidad, presidirá una de las cinco comisiones más importantes del Poder Legislativo de Quintana Roo.
Es obvio que la amiga Natalia es la menos culpable de todo esto, ella por su liderazgo entre los colonos de las regiones de Cancún se ganó la suplencia en la formula a diputado con Berenice Penélope Polanco Córdova y por ende, merece disfrutar de los privilegios sociales y económicos que gozan los diputados en estos últimos cinco meses.
Tenga cuidado “Nati”, mucho cuidado, póngase xux para que te depositen íntegros tus 27 mil morlacos cada quincena, tus 15 mil pesos en vales de gasolina y 10 mil de gastos por comprobar. Tú debes pelearlos, no eres una diputada del montón, eres la diputada-presidenta de la Comisión de Justicia.
Y quien te diga que no o te ponga mala cara, iníciale un juicio político.
Por “convicción y compromiso” se queda Edgar Gasca en el Congreso del Estado
Al diputado Edgar Gasca sólo le faltó grabar un video para que todos los quintanarroenses nos diéramos cuentas que lloró al momento de escribir el rollo mediante el cual nos comunica que decide seguir como integrante de la XIV Legislatura y claudica en su intento por alcanzar la candidatura del PRI a la presidencia municipal de Isla Mujeres.
Su misiva es digna de ser incluida en el guión de una película o en un capítulo de telenovela, en ella expone ser un “angelito” que siempre ha ambulado para hacer el bien a los quintanarroenses y que su mayor preocupación es seguir sirviendo a los isleños desde el Congreso del Estado.
¡Ajá diputado¡ A poco usted se cree tremenda mentirota? Nosotros no, al menos quienes hemos visto su actuar desde que llegó a ocupar la curul que dejó Juan Luis Carrillo Soberanis. Usted meramente ha aprovechado el escaño para posicionar su imagen, agrandar su ego y fabricar su carrera política, que a decir verdad, por el momento, se verá truncada.
“En 5 meses he gestionado el primer pabellón artesanal de Isla Mujeres; propuse declarar a la “Música de Trova de Isla Mujeres” como Patrimonio Cultural Intangible del Estado de Quintana Roo; he realizado más de 15 brigadas de asistencia social en todo el municipio y he he entregado diversos apoyos en cuanto a gastos médicos, deportivos, culturales y educativos en todos los rincones de nuestra isla.
Esto me hizo reflexionar sobre mis intenciones políticas y aun cuando contender por otro cargo político sería un paso importante en mi carrera, en este momento mi responsabilidad como Diputado lo es mucho más, y dejar mi cargo en este momento significaría dejar a nuestro Municipio de Isla Mujeres sin un representante en el Congreso del Estado”.
No tenemos duda de la capacidad que tiene el diputado Edgar Gasca por echarse tan dignificante rollo, es tan conmovedor que seguramente varios isleños, principalmente sus familiares, derramaron lagrimas al escucharlo o leerlo, pero eso es una cosa y la realidad es otra.
Pero no caeremos en la imprecisión de calificar o descalificar el desempeño de citado diputado, de eso se encargará la historia y sociedad quintanarroense, de lo único que estamos seguros es que Juan Carrillo volvió a salirse con la suya.
Y de “nuez” la volvió a hacer Benjamín Vaca
Pues así es, distinguidos lectores. Muchos de ustedes nos han escrito para reclamar más aventuras del “Benja”, un caso raro o inédito, en una institución del estado, porque en más de ocho sesiones del actual periodo ordinario –por cierto, el último de la XIV Legislatura-, no habíamos vuelto a escribir sobre el personaje “en comento” (lenguaje barroco, no propio para periodistas, como los de esta columna, que significa a secas “señalado” o “aquí citado”).
Ante esos reclamos y ante la andanada de datos espontáneos que surgen, todos los días de la Dirección de Proceso Legislativo del Congreso, nuestros reporteros dieron con lo más esperado de la semana: El eterno regreso de Benjamín Trinidad Vaca González, alias, “El Benja”.
Para quienes no lo conocen aún, hay que decir que es el empleado más conflictivo del Congreso. Vaya, hasta los diputados que en las últimas semanas se retiraron, tras aprobarse sus licencias de separación del cargo, hicieron mofa al decir que “al fin, descansarían de él”.
La mayoría de ellos, sin embargo, fueron amables, y le dedicaron un protocolario “Nos vemos, licenciado”. Mientras que a los demás directores, a la Oficial Mayor y al personal de apoyo y de la cafetería, les dedicaron frases de agradecimiento, abrazos y, hasta señales de tristeza por la despedida.
Hubo saludos en oficinas y en reuniones de grupo, que pusieron en evidencia quiénes son las personas que defienden con profesionalismo y buen trato su labor institucional de todos los días. Benja no es de esa estirpe. Por eso, ha vuelto a nuestra columna. Nunca pidió licencia ante El Búho. Él solito se fue y nos dejó descansar, pero…, regresó para gusto de muchos lectores que ya lo extrañaban.
Sus intrigas, sus calumnias, sus actos de ineptitud, su humor negro, sus cantinfleadas, pero, sobre todo, sus fenomenales mentiras de mitómano empedernido lo han hecho el bohemio de mayor “rating” de esta columna. Por eso siempre lo trataremos con la mejor de las atenciones.
En esta ocasión se la “volvió a hacer” a su jefe y diputado-presidente de la Gran Comisión, Pedro José Flota Alcocer, porque aun cuando tenía conocimiento de la elección de la nueva mesa directiva, se desatendió para que sus secuaces pusieran el ánfora para que los diputados depositaran la papeleta.
La cara que puso el diputado Pedro Flota, el primero en depositar la boleta, lo dijo todo. Fue tan evidente el enojo del diputado que sólo por su prudencia política no lo despidió en ese mismo momento.
Pero en fin, tal parece que al buen Vaca le vale un comino si hace bien o mal su trabajo.
Ligia Pacheco renuncia al PRI, pero bien que disfruta de las prebendas
No cabe duda que en el mundo existe mucha gente ingrata, que muy pronto olvida sus inicios o raíces, pero que son sus propios compañeros de trabajo quienes las enjuician.
En el Congreso del Estado existen varios casos, pero el más comentado porque acaba de suceder en los últimos días es sobre la figura de la señora Ligia Pacheco.
Sus compañeros se encuentran más que asombrados porque a pesar de ser una de las personas más privilegiadas con el sistema político quintanarroense, tuvo la osadía de renunciar a su militancia partidista.
“Es una mujer ingrata con el PRI. Su plaza es de secretaria, pero por apoyo de sus anteriores jefes (Cora Amalia Castilla Madrid) llegó a ser directora de gestión y ahora, sin preparación académica, funge como jefa del departamento de vinculación (Manuel Aguilar). No se vale que siga disfrutando de prebendas cuando se ha comprometido con otras causas. Que no la corran pero sí que le paguen como secretaría y su posición la ocupe alguien de confianza”, expresó un trabajador sindicalizado que añora tener la oportunidad de ascender.