Aun cuando en la práctica el evento era para registrarse como precandidato a la diputación federal por el I Distrito Electoral, lo cierto fue que José Luis “Chanito” Toledo Medina lo aprovechó para iniciar –de manera informal- su carrera para la gubernatura del 2016.
Después del evento de hoy, el ex presidente de la Gran Comisión en la XIV legislatura del Congreso del Estado puede presumir no sólo ser el “delfín” de Beto Borge para relevarle en el cargo, sino también de la verdadera clase priista, de la que ahora dirige los destinos del tricolor en Quintana Roo.
Hoy quedó de manifiesto que “Chanito” Toledo Medina es el candidato de la “vieja” guardia del PRI, de los mal llamados “dinosaurios” y también de la nueva generación, del nuevo grupo que nació en el sexenio pasado y que ahora arropa y encabeza Betoborge.
Aun cuando la fiesta del pre-registro -incluido los arrastrados-, fue organizada por Arlet Mólgora, “Chanito” Toledo la aprovechó por completo, sacó beneficio del estrado y la presencia de los dirigentes de los sectores populares y organizaciones adheridas al PRI, a quienes agradeció su presencia e hizo saber el inicio de una nueva odisea que no necesariamente termina en San Lázaro.
La verdadera estructura partidista llegó al registro del “Chanito” Toledo, se apersonó, hizo acto de presencia para atestiguar el surgimiento del “nuevo proyecto político” de Quintana Roo, porque ya cerraron filas con quien se presume encabezará el citado proyecto.
Mientras Arlet se conformó con ser parte de la comparsa, de salir en la foto, de subir al estrado y dirigirse a sus acarreados, a quienes agradeció su presencia, aun cuando varios de ellos refutaban porque no recibieron refrigerio alguno que les prometieron.
Hoy comenzó a escribirse una nueva historia en la vida política de Quintana Roo rumbo a la elección del octavo gobernador constitucional, al sucesor de Roberto Borge Angulo y bajo el mismo camino como ocurrió con la unción de Félix González Canto y el propio Beto Borge.
Salvo que en la actualidad se deben conciliar intereses con la Presidencia de la República, toda vez, que es un priista el inquilino de Los Pinos.