Lágrimas Yaaxché
La llegada de Víctor Mass Tah a la Recaudadora de Rentas de Tulum no es producto de la improvisación ni mucho menos un simple pago a la lealtad del ex diputado, sino parte de la estrategia trazada por el gobernador Carlos Joaquín para ir ganando terreno en los municipios donde hoy gobiernan el PRI y partidos afines a éste.
Si bien las actuales administraciones municipales aún se encuentran en pañales y dando sus primeros pasos para llegar a los dos años, eso no impide que las piezas del tablero joaquinista empiecen a registrar acomodos en pos de desplazar a los grupos identificados con el ex mandatario Roberto Borge Angulo, como antesala para la elección de ayuntamientos que tendrá lugar en 2018.
Con un historial poco cuestionable, pieza clave en el tablero es la figura de Víctor Mass, quien en días pasados fue situado en ese escenario propicio para mantener vigencia en el argot político de Tulum, pero sobre todo para estar en contacto con todos los sectores del noveno municipio de Quintana roo.
Con Jorge Portilla Manica a distancia, y entretenido en las obligaciones estatales de la Secretaría de Infraestructura y Transporte; el tulumnense tiene cancha abierta para fortalecer su estructura y encumbrar un posicionamiento rentable a los intereses del Ejecutivo en turno.
Pues aunque el diputado de la XIV Legislatura sea un personaje vestido de tricolor, no hay que pasar por alto que el triunfo de Carlos Joaquín fue producto también de la operación puesta en marcha por correligionarios del propio Partido Revolucionario Institucional. Precisamente aquellos que fueron relegados por Roberto Borge.
Es decir, cual buen estratega de la política, el líder cozumeleño trabajará para llevar al poder a personajes –sin distingo de partidos- que garanticen que los dos siguientes tercios de su administración sean de aterciopelados senderos, teniendo de la mano a los 11 municipios de Quintana Roo.
Tampoco hay que pasar por alto que la renovación de la Dirigencia del PRI en la Entidad está a la vuelta de la esquina, y ese será otro factor que capitalice el gobernador Carlos Joaquín, tejiendo los hilos para empezar a construir el proyecto transexenal al que aspiran panistas, perredistas, y hasta los mismos priistas que hoy comen de su mano.