Chetumal.- La falta de efectividad del mando principal o tal vez su complacencia ocasiona que una de las principales delegaciones del gobierno federal como es la de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) sea un nido de corruptos al grado de tener entre sus principales funcionarios a personas que no solamente utilizan el tráfico de influencias para obtener beneficios sino también desvían recursos en procedimientos poco claro para obtener algún servicio.
Tal es el caso de lo que sucede en las sectorizadas de la Sedesol, Liconsa y Diconsa que están a cargo de Karla Teresa Blancas Pizaña y de Irazú Sarabia May respectivamente y que son el botín idóneo para estas dos advenedizas que lograron el cargo gracias a su rapas y trapero comportamiento y que hay logrado sacarle provecho gracias a la confianza que ha otorgado en ella el delegado de la Sedesol.
Información proporcionada al interior de las sectorizadas dieron a conocer las acciones ilícitas e ilegales que comete Karla Teresa Blancas Pizaña como gerente junto con su esposo Marco Gutiérrez y el jefe de recursos humanos de Liconsa, Roger Uc Marín (quien fue exhibido en las redes sociales hace unos días por estacionar un vehículo oficial en un sitio para discapacitados en plaza las Américas) al tener una empresa de vigilancia privada denominada Payo Obispo; misma que da el servicio también a Diconsa donde la encarga de Irazú Sarabia May.
Pero la madeja de pudrición y corrupción no termina allí, porque valiéndose de sus influencias y de lo bien que sabe moverse…. en el medio ha colocado a su hermana Gina Blancas Pizaña quien es “aviadora” en la Cojudeq bajo la protección de Martín Cobos Villalobos; la pseudo funcionaria solamente acude a la dependencia a checar tarjeta y tomarse fotografías para el Facebook y no cumple su horario de trabajo.
A esta acción se suma que el socio de Karla Teresa Blancas Pizaña en la empresa de seguridad privada, al parecer también cobra como jefe de recursos materiales en el DIF municipal de Othón P. Blanco y trascendió que busca colocar a sus elementos para brindar protección a los edificios del ayuntamiento cuando su personal no cuenta con la debida certificación por parte de la Secretaría de Seguridad Pública.
Una vez más queda en evidencia la forma en cómo es utilizada la Sedesol ahora con el nuevo gobierno; qué tiempos aquellos cuando Mercedes Hernández Roja tenía el control de cada una de las sectorizadas y no permitía, al menos de forma no tan descarada que utilizaran los recursos y las influencias de un cargo de menor valía para beneficio personal y de sus familiares.
Aunque la duda del personal que dio a conocer esta información, ya cansados de los malos tratos de ambos encargados de Liconsa y Diconsa, es que si el delegado Fabián Vallado conoce la situación o por estar como “ajonjolí de todos los moles” en la búsqueda de una diputación federal otorga su anuencia a estos corruptos personajes.