Por Enrique Castañeda
Chetumal. – La renuncia de José Antonio Nieto Bastida a la vicefiscalía de la Zona Sur, convulsionó la Fiscalía General del Estado, pues abrió un espacio por el que los diferentes grupos de poder que se encuentran hacia el interior intentan asumir y aunque la decisión final debería corresponder al Fiscal Miguel Ángel Pech la línea podría venir desde el edificio de la avenida 22 de Enero.
Hay que dejar en claro las cosas, Antonio Nieto no salió de la Fiscalía por un tema de exámenes de control y confianza, por el contrario fue una decisión propia al darse cuenta que no «cuajaba» en un equipo de trabajo que está dividido entre la gente del Fiscal Miguel y los «recomendados» del gobernador, en su mayoría poblanos. El fiscal quiere impulsar a Blanca Imelda como Vicefiscal en el Sur, aunque en este momento es la asesora técnica y prácticamente hace las mismas funciones, la diferencia es que Antonio Nieto conoce a fondo como se manejan los programas federales, cual es el procedimiento para bajar recursos y lo más importante, goza de toda la confianza de la Secretaría de Marina, la Policía Federal, PGR y Sedena, instancias con las que trabajaba de la mano en un grupo de coordinación de seguridad, en el cual han manifestado reiteradamente su desaprobación porque Blanca Imelda asuma el cargo y en caso de hacerlo, solicitarían a la Fiscalía sea designado un nuevo enlace pues existe una negativa de trabajar con la ex fiscal de la zona centro por estar íntimamente relacionada a la pasada administración. Y es que hay que recordar que Blanca, fue la mano ejecutora de la orden de Roberto Borge para iniciar una averiguación previa por el delito de sabotaje en contra de Pedro Canché y que incluso le costó a éste varios meses de su libertad, pero pese a esos señalamientos, la mujer sigue trabajando en la fiscalía y es una de las personas de más confianza para Miguel Ángel Pech, su capacidad no está en duda, pero por lo menos en el grupo de coordinación, no la quieren.
La posición hacia el interior es peleada también por el grupo de los «poblanos» quienes se jactan de decir que ellos no le reportan al Fiscal y lo hacen directo al Gobernador Carlos Joaquín y no es de dudarse, toda vez que se diseño una oficina completa para ellos, ubicada donde antes eran la sede de la Dirección de Averiguaciones Previas y dónde el acceso es restringido y trabajan puras personas poblanas, incluidas secretarias, asistentes y demás, el argumento es que se trata de la Fiscalía Anticorrupción, ese grupo ha pedido también la posición.
Los grupos hacia el interior han generado una división en el equipo que en teoría debería ser compacto para trabajar en favor de la seguridad de los Quintanarroenses, aunque en este momento no lo es pues los directores están tomando bando en la división dejando en medio al personal que tiene un futuro incierto, pues las órdenes jerárquicas se han perdido, ya que viene algún funcionario y da una orden y después viene otra persona a contradecirla, bajo el argumento de que son instrucciones del gobernador. Hay que esperar muy pendientes para saber cuándo, se nombra a la nuevo o nueva vicefiscal y entonces sabremos que grupo pesa más en la Fiscalía General del Estado.