*Militantes sin voz ni voto, piden que sus dirigentes sean figuras netamente emanadas del partido, y que no arrastren oscuro historial
Por Mario Castillo
Si bien tras la debacle del PRI quintanarroense que se hizo presente en la pasada elección del 5 de junio, el Partido Verde Ecologista se convirtió en una de las posibles corrientes para que los priistas vayan en busca de nuevos horizontes, este instituto político corre el riesgo de ser arrastrado a sepulcro al llenar sus filas con figuras de cuestionada reputación y que están ligadas a sendos actos de corrupción en pasadas administraciones, sobre todo por las alianzas que ha sostenido con el Tricolor, a quien debe hoy su poco capital político.
Es el caso de Israel Hernández Radilla, que en su desesperada intención de obtener un cargo público por la vía del sufragio, busca ser cobijado por el Verde Ecologista y operar desde la Dirigencia Municipal de Othón P. Blanco, sin reparar que en su desempeño como coordinador del extinto programa “Basura por Alimentos” dejó toda una estela de corrupción que le hace ver como el peor de los candidatos para sumarse a las filas del partido del tucán.
Pues para nadie es un secreto que ese programa fue creado en la administración de Roberto Borge con el único fin de alimentar los bolsillos de aquella fauna tricolor que compró votos para incrementar su poderío, haciendo derroche de recursos públicos provenientes de programas como “Empleo temporal” de la Sedesol, que fue la fuente principal de Hernández Radilla para moverse por todo el estado comprando conciencias e inflando el padrón de un priismo que vio su derrota ante ese tipo de excesos.
Empero, su alevoso arribo al PVEM no es bien visto por aquellos que desde tiempo atrás han militado y trabajado en la construcción de este instituto político que en el sur de Quintana Roo lucha por mantenerse a flote tras el descalabro de la coalición PRI-PVEM y Panal, a fin de sacudirse los hierros y personajes vinculados al escándalo y la corrupción.
A decir del ex candidato a la diputación por el Distrito XV, Rolando Ramírez Fuentes, externó que es la gente quien tiene la opinión respecto del desempeño de personas como Radilla, pero al señalar que “no es bien visto por la sociedad”, urgió en la necesidad de que el Verde Ecologista trabaje en la búsqueda y la construcción de un partido limpio, de partido de trabajo, a fin de recuperar lo perdido en los pasados comicios.
Abigail Alonzo Barradas, ex regidora de Othón P. Blanco, respecto de Israel Hernández sentenció que lo necesario es ir en la búsqueda de nuevos esquemas para dejar atrás políticas y prácticas erróneas que no funcionaron en el pasado. Es decir, ser muy “cuidadosos con el tipo de gente que les represente ante los ciudadanos, porque tienen que ser personas con credibilidad, y que no repitan patrones que ya no son efectivos”, acentuó.
La actual regidora capitalina y ex dirigente del PVEM en OPB, Gabriela Santana Duarte, dijo es válido que cualquiera levante la mano para querer enlistarse al Partido Verde para sumar cuadros, capacidades y experiencia, pero abundó es importante que quienes lo hagan sean gente con historial limpio. “Que sean gente con honestidad, capacidad y don de gente para tratar con la gente, y cualidades como la integridad que toda gente debe de tener”, externó.
En su opinión, los tres dijeron desconocer que Hernández Radilla ya haya sido nombrado en la dirigencia municipal de Othón P. Blanco que dejara acéfala Zamir Farah, dejando ver que para la dirigencia estatal esta terna es un cero a la izquierda sin voz ni voto en la toma de decisiones del partido.
Por lo que abiertamente responsabilizaron a la dirigencia estatal y quienes lideran al PVEM en Quintana Roo respecto de este tipo de designaciones que en nada favorecen, pues para ellos es importante que los dirigentes municipales sean gente netamente emanadas de las filas verde ecologistas y no así figuras que hoy buscan refugio, y que arrastran consigo un negro y corrupto historial.