Debido a que en la actualidad la Universidad de Quintana Roo (Uqroo) “se cae a pedazos”, varios de sus catedráticos coinciden en señalar que el próximo rector debe ser una persona técnica, ajena a los intereses de los dos grupos existentes al interior de la alma mater, pero sobre todo, tener las coyunturas para reconstruirla.
Tan mal está la situación académica en la Uqroo en estos momentos que son sus propios docentes de tiempo completo e investigadores quienes respaldaron la llegada a la rectoría de cualquier técnico y no se perdería la sincronía, porque si algo distingue a la actual rectora, Elina Coral Castilla, es su escasa vocación pedagógica.
A menos de seis meses que la Junta Directiva de la Uqroo elija al nuevo rector, el cual deberá tomar protestar antes del 14 de agosto, han surgido varios nombres de prospectos para ocupar el cargo que dejará vacante Elina Coral.
La susodicha está descartada para reelegirse, el reglamento universitario es claro en el sentido que quien aspire a ser rector no debe rebasar los 70 años de edad al momento de su elección y Elina cuenta con 72 años de edad.
Son varios nombres que se manejan en la palestra, pero de antemano se descartan algunos, por ejemplo: Sara Latife, la ex secretaria de educación de Quintana Roo por estar registrada en la lista de candidatos del PRI a las diputaciones federales.
Ángel Rivero Palomo no puede aspirar por ser el presidente de la Junta Directiva de la Uqroo y debió separarse del cargo si buscaba la rectoría
Nancy Quintal, la ex secretaría general de la Uqroo, quien a pesar de tener como padrino al “refugiado” secretario particular de Gobierno, Manuel Valencia Cardín, está descartada porque trató de “sabotear” a Elina Coral con la protesta de los universitarios por el caso Ayotzinapa.
Ante tal situación, la lista se ha reducido a tres personajes, de los cuales sobresale el titular de la Secretaría de Educación y Cultura (SEyC), Alberto Alonso Ovando, quien goza de la simpatía de los PTC (Profesores de tiempo completo), investigadores y personal administrativo de la Uqroo.
La mayoría de los citados ven a Beto Alonso como la persona idónea para reconstruir los destinos de la máxima casa de estudios de Quintana Roo, porque además de ser un técnico, tiene la confianza del gobierno y el conocimiento de la situación educativo que guarda la institución.
En segundo término aparece la figura del “grupo UADY” en Quintana Roo, nos referimos al triste célebre y vilipendiado es representante de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en el Estado, Antonio Hoy Manzanilla, quien está tejiendo negociaciones con sus allegadas Ligia Sierra Sosa y Bonnie Campos Cámara, ambas integrantes de la actual Junta Directiva de la Uqroo, y quienes serán la encargada de “palomear” al próximo rector.
Hoy Manzanilla, quienes hasta sus antiguos amigos del Movimiento de Unificación Quintanarroense (MUQ) lo tachan de desleal y ambicioso, ha vociferado a los cuatro vientos que sus constantes viajes a Cuba ha sido con el fin de prepararse para ser rector de la Uqroo
Y la última es Leslie Hendricks, quien se ve como la última opción en estos momentos para ocupar la rectoría de la Uqroo, su gran desventaja es ser hija del ex gobernador de Quintana Roo, pero en su haber puede apreciarse los años que lleva como directora del Instituto Tecnológico de Cancún.
Será a más tardar en julio cuando la Junta Directiva de a conocer la convocatoria para elegir al nuevo rector de la Uqroo. Quizá hoy más que nunca, los integrantes de la honorable Junta tienen en sus manos la enorme responsabilidad de no volverse a equivocar, porque de ser así, entonces la máxima casa de estudios de Quintana Roo entraría a “terapia intensiva”, donde difícilmente pueda salir.