Por Juan José López
Chetumal.-La semana que está por concluir perdieron la vida dos policías judiciales por negligencia directa de dos elementos de la Policía Federal Preventiva, que hasta la fecha andan libres y felices.
Será muy difícil para la Procuraduría General de Justicia del Estado fincarse responsabilidad a los «federales», a quienes la sociedad ya los juzgó.
Un soborno de la cantidad que sea fue lo que derivó en el deceso de los agentes estatales.
Los policías federales aceptaron un pago económico para quitarle las esposas al ahora doblemente homicida, hacerse de la vista gorda e incluso dejar encendida la patrulla para que el ahora procesado huyera libremente.
Los federales jamás se imaginaron que el entonces detenido tomará una rehén y ocurriera la historia por todos conocida.
Los agentes federales sólo se dedican a sobornar a automovilistas, traileros, choferes y operadores del servicio público que transitan por las vías federales.
«Proteger y servir» es la peor de las mentiras jamás inventadas por autoridad alguna.
Por 20 pesos dejan que las combis del servicio público vayan a velocidades inmoderadas, saturadas de pasaje y que sean operadas por choferes con licencias vencidas.
Todos los días a la altura de Xcaret, en el municipio de Solidaridad, los combistas deben pararse a «saludar» a los agentes, porque de lo contrario no podrán seguir trabajando.
Por 500 pesos te dejan seguir tu camino estés en las condiciones en que te encuentres.
En el caso de traileros los favores y saludos son de hasta cinco mil pesos.
Por todo lo anterior los policías federales son responsables directos e indirectos de tantas muertes en tramos carreteros federales.