Chetumal.-“Más sabe el diablo por viejo que por ser diablo”, refrán que encaja a la perfección para ejemplificar cómo el partido en el poder puso en evidencia su habilidad para lograr una Reforma Electoral que favorezca su proyecto, es decir, creó una decena de partidos para “dividir y vencer” ) para pulverizar el voto y lograr mediante su estructura partidista un fácil triunfo merced al voto duro con que cuentan
Apenas han transcurrido la tercera de las ochos semanas de proselitismo y el desencanto popular hacia los candidatos está llegando a un punto crítico, dado el exceso de demagogia; argucias y falsedades esgrimidas en las campañas políticas, campañas en la que los candidatos se muestran afables, sonrientes y encantadores, y manifiestan empatía hacia las necesidades de la ciudadanía, mimetizándose en una causa común, para resolver la problemática y carencias, que son resultado de la pobreza extrema en la que viven, y una vez que llegan a la curul, se transforman en seres antipáticos; desagradables, detestables y orgullosos, olvidando las falsas promesas hechas a la ciudadanía.
Por otra parte la problemática por la crisis en la economía global; la caída en los precios del petróleo, la caída en precio del peso, la disminución en la demanda de azúcar, la recesión, los problemas nacionales como la explosión de la plataforma, las ejecuciones de Ayotzinapa, las crisis políticas por el uso personal de Helicópteros gubernamentales, las casas producto de la corrupción, el avión presidencial, intento de una Ley Mordaza, entre otros, son problemas que afectan a la ciudadanía, que sin embargo, no se reflejarán en los resultado electorales, gracias a las estrategias aplicadas en la Reforma Electoral.
La aritmética básica demuestra que al dividir el voto ciudadano entre muchos partidos políticos es menor el porcentaje de votos al que pueden acceder y si al voto duro del partido en el poder se le suman los votos del Verde, y a los opositores se les restan los votos del abstencionismo y el de los candidatos independientes, dará como resultado el triunfo holgado de los candidatos del partido gobernante que garantizarán la mayoría simple en la cámara de diputados del Congreso de la Unión.
En conclusión se puede decir que la larga trayectoria de ese partido, le ha permitido prepararse para hacer frente a todo tipo de crisis y mantenerse en el poder a pesar de las adversidades y de una disminución notable de su capital político y que las estrategias aplicadas a nivel de Reforma Electoral le permitirán seguir teniendo una mayoría simple en el Congreso de la Unión.
Sin embargo el triunfo electoral no será la panacea que resuelva los problemas nacionales, ni un cheque en blanco que les permita mantener la presidencia, por lo tanto el gobierno deberá enfocarse a resolver los problemas de corrupción que derivan en un endeble combate al crimen organizado y favorecen el crecimiento exponencial de todo tipo de actos delictivos.